Ciudad de México. La obra El hombre que se convirtió en pistola reflexiona con humor negro al proponer una crítica social sobre “la herencia de poderes y el futuro de México”, explicó Saúl Meléndez, director del montaje.
Escrita por Rebekka Kricheldorf y con dramaturgia de Noé Lynn, se estrenará el 19 de mayo en el Teatro El Granero Xavier Rojas del Centro Cultural del Bosque, ubicado atrás del Auditorio Nacional.
El texto, dijo Meléndez, “es de crítica social y trata sobre la herencia de los poderes” y este aspecto, enfatizó el director, “me gustó para adaptarlo de la realidad alemana a la mexicana”.
En sus obras Kricheldorf, prosiguió Meléndez, plantea sus conflictos en estratos sociales alemanes muy definidos y, en este caso, existe cierto paralelismo porque la historia transcurre en el seno de dos familias disímiles: una de clase alta y otra criminal, “muy exitosa, pero, de un estrato más bajo”.
La trama se desarrolla en la nada pacífica Ciudad de México, Raúl vive una vida libre de culpas y preocupaciones a pesar de ser un frío y desalmado asesino profesional, “mientras que su hermano, un médico que vive en Interlomas, es un filántropo que ha dedicado su vida a servir al prójimo y, es además, “un manojo de nervios porque teme ser despojado de todo lo que ama, incluyendo a su prometida, la sicóloga Rebeca”.
El hombre que se convirtió en pistola cuenta con el diseño y realización de escenografía y utilería de Joel Jaime, iluminación y asesoría en biomecánica de Marco Antonio Silva y entrenamiento musical de Alberto Rosas.
La obra se presentará, hasta el 12 de junio con funciones jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 y domingos a las 18 horas.