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Dpa
Madrid.- No fue espectacular pero sí histórica. La victoria hoy del Atlético de Madrid por 1-0 sobre el Málaga pasará a los anales del futbol como la primera lograda por los rojiblancos en su flamante nuevo estadio, el Wanda Metropolitano.
El ajustado triunfo logrado gracias a un gol del francés Antoine Griezmann en el minuto 60 de partido sirvió para que los dirigidos por el argentino Diego Simeone redondearan la fiesta de inauguración de su nueva casa de la mejor manera y, de paso, sumaran tres puntos que los catapultaron hasta la tercera posición de la Liga española. Con ocho unidades en la cuarta fecha del campeonato, el Atlético se situó por detrás del Barcelona (12) y de la Real Sociedad (9), que mañana recibe al Real Madrid, undécimo ahora con cinco puntos.
Les costó, no obstante, a los de Simeone culminar el festejo que, durante todo el sábado, se vivió en los aledaños de su espectacular nuevo estadio. El Málaga tuvo la ocasión más clara durante la primera parte del choque y el tanto de Griezmann tardó una hora en llegar.
El balón que el galo remató desde el punto de penal tras un buen centro del argentino Ángel Correa había sido depositado sobre el césped del Wanda Metropolitano por un paracaidista del Ejército del Aire español en los prolegómenos del duelo por la cuarta fecha.
Tras él, aterrizó otro con la bandera rojiblanca bajo el brazo y un último, con la de España.
Minutos antes, ante la atenta mirada del Rey Felipe VI, que presidió el encuentro desde el palco de honor, cinco grandes carteles con los nombres de los cinco estadios que el Atlético ocupó desde su fundación cubrieron el verde pasto en un guiño al pasado, que también recordó a la leyenda Luis Aragonés.
Con 63 mil aficionados ondeando banderas con el lema “Bienvenidos al Wanda Metropolitano, la casa de todos los atléticos” al son del himno del club, José Eulogio Gárate, presidente de honor del equipo, Fernando Torres y Hugo, un canterano formado en la academia, realizaron el saque de honor del primer encuentro en la historia del Wanda Metropolitano.
Lo que se vino después fue un choque en el que los de Simeone tuvieron que bregar mucho para doblegar a un Málaga que acabó sumando su cuarta derrota en otros tantos partidos de Liga, dejando a Michel, su entrenador, en una delicada situación.
Pudo evitarla el uruguayo Diego Rolán, rozando el minuto 90, con un disparo que el esloveno Jan Oblak salvó, de nuevo, tirando de reflejos. Con un juego gris, un gol salvador de su estrella, que volvía tras dos partidos de sanción, y una animada inauguración, el Atlético dio por estrenada la casa en la que aspira a conseguir muchos más triunfos y nuevos éxitos.
