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Londres. Novak Djokovic y Roger Federer disputaron el domingo la final más larga de la historia del Grand Slam de Wimbledon, disputada por primera vez en tie-break a 12-12 tras el cambio de las reglas del torneo.
El partido duraba 4 horas y 49 minutos cuando los dos jugadores, primer y segundo cabeza de serie, pasaron al desempate en el quinto set.