Secunda Arquidiócesis propuesta vaticana de excomulgar a políticos corruptos

Carolina Gómez Mena

Ciudad de México. Ante los “desvíos de recursos” en diversos estados y la “rapacidad” de gobernadores, la Arquidiócesis de México secundó la propuesta vaticana de excomulgar a los políticos corruptos.

En el editorial del semanario Desde la fe, titulado Excomunión a corruptos, indica que especialistas del Vaticano “analizan ya la viabilidad para aplicar la máxima de las penas a estos políticos rapaces, a fin de sensibilizar a la sociedad de la gravedad de sus actos: la separación del cuerpo eclesial, es decir, la excomunión a los corruptos”.

Recuerda que recientemente se dieron a conocer los resultados de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) sobre la “malversación de recursos federales otorgados a los estados” y acota que “no se han podido comprobar casi “98.2 mil millones de pesos”, los cuales deberían haber sido aplicados al desarrollo, infraestructura, deuda pública, seguridad social o provisiones salariales y económicas, en el periodo comprendido entre 2013 y 2015.

Desglosa que según la ASF, cinco entidades concentran “56 por ciento de los recursos desviados, mismas que descuellan por los altos índices de marginación, pobreza, inseguridad, criminalidad, femicidios y desigualdad; se trata de Veracruz, Michoacán, Estado de México, Jalisco y Oaxaca”.

Advierte que mientras se acerca el inicio del proceso electoral de 2018, los ciudadanos manifiestan una “desconfianza  creciente hacía un sistema de partidos en irrefrenable caída y descomposición, que al final se niegan a responder por las atrocidades cometidas por sus gobernadores, que al amañado de sus partidos devastaron las economías de los estados del país”.

Ante esto, “con justificada razón la sociedad pide que los partidos respondan como terceros responsables del desfalco de las arcas por parte de estos delincuentes que ahora están bajo proceso” y subraya que “lo más justo y lo mínimo sería la cancelación del registro de los aprietos políticos cómplices y la obligación legal de reparar los daños causados, que siguen impidiendo el cáncer del desarrollo y del bien común”.

Añade que la corrupción tiene “consecuencias morales su espirituales” y en tal sentido recuerda las palabras del papa Francisco que indicó que la corrupción degrada la sana convivencia e impide la justicia que a todos corresponden.

Resalta que “la conducta de gobernadores y funcionarios imputados en la comisión de delitos pisoteó la dignidad de los gobernados, aniquilando mejores condiciones para su futuro”.