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Xinhua
El Cairo. La cifra de muertos por un ataque terrorista contra una mezquita el viernes en Sinaí del Norte, Egipto, ha aumentado a 305, incluidos 27 niños, y 128 personas más heridas, informó la agencia de noticias estatal MENA.
“Los atacantes de la mezquita portaban la bandera del Estado Islámico (EI)”, señala un comunicado del fiscal general del país, de acuerdo con MENA.
“Unos 25 a 30 milicianos abatieron a los fieles cuando realizaban las oraciones del viernes”, agrega el texto.
El ataque ocurrió después de que el predicador de la mezquita comenzó su prédica, momento en que los terroristas lanzaron bombas desde ventanas y puertas de la mezquita y cercaron a los fieles adentro, agrega el comunicado.
Más tarde, unos hombres enmascarados portando banderas negras que decían “No existe más que un Dios Alá y Mahoma su profeta” irrumpieron en la mezquita con armas automáticas, dice el comunicado.
Filas largas de víctimas se encontraban en el suelo, algunos cubiertos con sábanas, afuera del Hospital Canal de Suez en Ismailia.
“Mi sobrino de 23 años, Amir, que trabajaba como enfermero, murió en el ataque”, dijo Samy Mohammed, quien llegó de la provincia Delta Menoufia para obtener una licencia para enterrar a Amir.
El padre de Amir, Magdy, un maestro de 45 años de edad, también resultó herido de tres balas en el ataque, dos en la pierna y una en el brazo derecho, dijo Mohammed a Xinhua mientras esperaba afuera del hospital.
“No pude conseguir el cuerpo de Amir y fue enterrado en una fosa común con los demás”, declaró mientras lloraba.
Pero Mohammed estaba esperando para conocer el estado del padre, que se sometió a algunas cirugías.
El padre, Magdy, dijo que los terroristas atacaron por primera vez una mezquita porque fracasaron en provocar un conflicto entre los coptos y los musulmanes y también hallaron dificultades para atacar a más personal de seguridad.
El presidente Abdel Fattah al-Sisi instruyó a las fuerzas armadas a erigir un monumento para las víctimas que perdieron la vida en el ataque terrorista contra la mezquita al Rawda, indicaron hoy fuentes oficiales a MENA.
El caso puede ser abordado como “un caso de emergencia máximo de seguridad estatal”, añadió MENA.
Los atacantes viajaban en cinco vehículos todo terreno e incendiaron siete autos de los fieles antes de huir.
Algunos de los fieles eran sufíes, miembros del movimiento místico del Islam, a los que los grupos como el Estado Islámico consideran “infieles”.
El grupo miliciano local Ansar Bayt al-Maqdis, alguna vez aliado a al-Qaeda, se separó de él y declaró alianza con el EI en 2014.
Los sufíes han sido blanco de Ansar Bayt al-Maqdis, quienes quemaron uno de sus templos en 2013.
También afiliado del EI en Sinaí, el grupo decapitó en noviembre de 2016 a un hombre de 98 años de edad que era considerado el líder espiritual de los sufíes en Sinaí del Norte.
Ningún grupo ha reivindicado el ataque contra la mezquita todavía.
La provincia de Sinaí del Norte, un área principalmente desierta en la frontera con Israel y la Franja de Gaza, ha estado experimentando una ola de ataques a la seguridad que ha dejado muertos a cientos de policías y soldados desde la destitución -dirigida por el ejército- del presidente islamita Mohamed Morsi en 2013, en respuesta a las protestas masivas contra su gobierno.
Ahora han comenzado ataques a los fieles musulmanes en una mezquita por primera vez, lo que es un acontecimiento sin precedentes en las tácticas terroristas en el país, señalaron expertos en seguridad.
Las fuerzas de aplicación de la ley continúan sus operaciones para cazar a los elementos involucrados en el brutal ataque terrorista contra los fieles, informaron hoy las fuerzas armadas a través de un comunicado.
De acuerdo con información de inteligencia y en cooperación con los residentes de Sinaí, la fuerza aérea destruyó en las últimas horas varios lugares usados por los terroristas como bases para lanzar sus ataques, añade el comunicado.
En estos puntos había armas de fuego, municiones y explosivos, señala el documento.
El presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi prometió el viernes una “acción devastadora” contra los atacantes.
El ejército de Egipto dijo que llevó a cabo bombardeos e incursiones nocturnas contra los milicianos a quienes se considera responsables de la matanza, el ataque más sangriento en la historia moderna del país.
El Ministerio del Interior declaró un estado de alerta alta en todo el país.
