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Arquidiócesis pide revisar Estado laico en la Constitución CDMX

Carolina Gómez Mena

Ciudad de México. El Consejo Episcopal de la Arquidiócesis Primada de México indicó que le “preocupa” que la Constitución de la Ciudad de México (CDMX) “esté llena de derechos, pero con muy pocas obligaciones”.

Expuso que les “llama la atención que se reconozca la libertad de culto pero no así la libertad religiosa, misma que está reconocida en nuestra Constitución federal”.

Este consejo encabezado por el cardenal Norberto Rivera Carrera y los obispos auxiliares de las ocho vicarías de la arquidiócesis de México, precisó que desde junio del año pasado “alentamos a no olvidar tres pilares esenciales: Estado laico, dignidad y solidaridad”. Los cuales debían estar presentes en el texto constitucional.

“Seguimos muy de cerca todo el proceso de redacción de la nueva Constitución para la Ciudad de México (…) el trabajo tan arduo que los constituyentes realizaron, las más de mil 900 aportaciones que los constituyentes y la sociedad civil envió al Palacio de Xicotencatl, las movilizaciones sociales en su entorno, la publicación de la misma y todas las reacciones que ésta ha generado hasta la fecha, incluidos los procesos de impugnación presentados ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación”.

Refirió que ante estas impugnaciones “hacemos votos para que los ministros puedan revisarlas con la objetividad necesaria y sin perder de vista la dignidad y solidaridad que necesitamos en nuestra Ciudad y nuestro país”.

Añade que “quisiéramos agradecer todo el esfuerzo dedicado, desde aquellos ciudadanos que conscientes de su naturaleza política se vincularon al proceso y trataron de poner su grano de arena en beneficio de todos, ya sea desde las universidades, las empresas, las organizaciones de la sociedad civil o a título personal. A los constituyentes y sus equipos, al jefe de gobierno, las cámaras de senadores y diputados que ayudaron en este proceso tan complejo. Gracias por todo ello”.

Así mismo indica que “reconocemos los logros que la Constitución puede ofrecer a los habitantes de la Ciudad de México, las múltiples libertades que ella nos reconoce, los espacios de participación ciudadana que abre así como las responsabilidades que exige a los funcionarios públicos. La consolidación de la comunidad educativa en participación con docentes, padres de familia y autoridades”.

Sin embargo, “nos preocupa mucho la falta de unidad social a lo largo del proceso incluso tras su publicación. Nos preocupa la poca participación en las elecciones de Constituyentes, la designación del 40 por ciento fuera de una dinámica democrática de participación social”.

Remarcó que “el Estado laico no es la exclusión de la Iglesia o de cualquier otro credo, ideología o modo de pensar; el Estado laico pretende ser un espacio donde se respeten las diferencias y se puedan converger sin imponerse en un proyecto capaz de integrarlas a todas, garantizando la libertad esencial de todo ser humano y la construcción del bien común. En esto no se trata de confrontarnos por ver quién es el más fuerte, sino de comprometernos por consolidar dinámicas sociales incluyentes”.

A su parecer “esta Constitución está en deuda con la mayoría de nuestra sociedad que no ha sido representada en ella y que incluso se ha sentido agredida por ideologías en ella expresadas; por ejemplo la llamada ideología de género, para una correcta laicidad no deben imponerse ideologías”.

Añadió que si bien nos ha ofrecido más de un centenar de derechos, “se olvidaron derechos fundamentales para el ser humano como el de la vida misma, y sin embargo se reconoce el derecho a una muerte digna, lo cual parece contradictorio, y han reflejado pocas responsabilidades ciudadanas.

“Quedaron poco privilegiados los grandes problemas estructurales de nuestra ciudad, como son la pobreza, la corrupción, la inseguridad creciente, el aumento en el consumo de estupefacientes entre los jóvenes y adolescentes, la trata de personas, la falta en el cuidado de la casa común, la indiferencia ante quienes viven en situación de calle, las condiciones laborales y la atención a la familia que necesita ser custodiada como célula fundamental de nuestra sociedad”.