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Con sones jarochos exigen localizar a menor desaparecida en Veracruz

Integrantes de grupos musicales como Las Utreras y Mono Blanco se manifestaron ayer a ritmo de jaranas y panderos frente al palacio de gobierno en Xalapa, Veracruz. Foto Sergio Hernández

Eirinet Gómez e Iraís Aguirre, corresponsal y ‘La Jornada Veracruz’

Xalapa, Ver.

La desaparición de Lizbeth Campechano Yan, integrante del grupo sonero Los Campechanos, movilizó a la comunidad musical del estado, que este sábado, al ritmo de jarana y pandero, decidió salir a las principales plazas públicas de Xalapa, el puerto de Veracruz y Santiago Tuxtla, a demandar que se agilice su búsqueda.

Lizbeth Campechano Yan, de 15 años, ojos negros, tez blanca, cabello castaño claro y nariz chata, desapareció el 15 de septiembre, alrededor de las 13 horas, a la salida del Ilustre Instituto Veracruzano, municipio de Boca del Río, adonde llegó a estudiar hace un mes procedente de Santiago Tuxtla. Lo último que se sabe es que abordó un autobús, rumbo al centro, donde tiene su domicilio, pero no llegó a casa.

Cuando la familia intentó interponer la denuncia, personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) le pidió regresar el lunes 19 de septiembre, pues estaban de puente por las fiestas patrias.

La joven es integrante de Los Campechanos, grupo familiar difusor y promotor del son jarocho en el municipio de donde es originaria. Su ausencia ha generado enojo de la comunidad sonera, que ve la desaparición como una de las expresiones más graves de violencia e inseguridad que desde hace tiempo rondan a la comunidad musical.

Ella es bailadora en un grupo sin el cual no podría entenderse la conservación del son jarocho en Santiago Tuxtla. Yo la conocí bailando en un fandango, en las fiestas de Santiago, dice Ramón Gutiérrez, del grupo Son de Madera.

En un contexto de violencia no se puede responder con más violencia, hagámoslo con música, refirió Wendy Cao Romero, integrante de Los Utreras, antes de comenzar a tocar la jarana en los portales del palacio de gobierno, en la capital Xalapa.

Hoy estamos aquí por ellos, queremos que Los Campechanos sientan que los acompañamos, que estamos pendientes de la seguridad de Lizbeth, pero también de la nuestra y de todas las mujeres y los hombres en Veracruz, dijo Cao Romero.

La reunión de la docena de soneros al mediodía del sábado en los portales del palacio de gobierno, donde ejecutaron sus jaranas exigiendo la presentación con vida de Lizbeth y el cese de los hechos de inseguridad en la entidad, coincide con la ola de violencia en Veracruz que ha trastocado la vida de todos.

En el puerto de Veracruz, un grupo de soneros y miembros de Mono Blanco se apostó en el Tranvía del Recuerdo y tocó algunos sones para pedir a las autoridades investigar el paradero de Lizbeth.

Gilberto Gutiérrez Silva, de Mono Blanco, indicó que se tenía programada una marcha, pero debió ser cancelada a petición de la familia. “Entendemos que están viviendo un momento delicado. Las autoridades se han aplicado y están haciendo su trabajo y nos pidieron quedarnos quietos para no entorpecer las líneas de investigación.

Quisiéramos no hacer estas cosas, ejercer presión para que autoridades hagan su trabajo y que este caso llegue a buen puerto, afirmó.

Los manifestantes indicaron que la alerta por desaparición debiera darse en menos tiempo debido a que cada minuto que pasa se complica más el hallazgo de las personas. Guillermo Cinta Garrido, director del Ilustre Instituto Veracruzano, afirmó que solicitarán a la Secretaría de Seguridad Pública incrementar el personal de seguridad que realice labores de vigilancia a la hora de la salida de la escuela. El plantel no ha emitido alarma.

La Fiscalía General del Estado indicó en un comunicado que Campechano Yan se comunicó con sus padres. Ella se encuentra en buen estado, tal como se lo hizo saber a sus padres vía telefónica y éstos a su vez lo informaron a las autoridades investigadoras dentro del esquema permanente de comunicación y seguimiento de la indagatoria, indica el boletín.

La policía ministerial investiga su ubicación para brindarle asesoría jurídica así como trasladarla a declarar ante el fiscal investigador en presencia de sus padres, finaliza.