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Astillero: Jitomatazos

Astillero, Pacto por México
  • Contra priista Camacho
  • #TomaNacional5F
  • Monterrey: pedagogía del crimen

Ayer, en el Palacio de Minería, cuando acudía a una actividad de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México (en donde coordina la bancada de su partido, el Revolucionario Institucional), César Camacho Quiroz fue alcanzado por rojos proyectiles causantes más de daños en la estima que en la integridad física. Jitomates en contra del exgobernador del Estado de México, expresidente nacional del PRI y legislador en distintas ocasiones, siempre en funciones relevantes. Los lanzadores de tales frutos de la tomatera le reprochaban que no hubiese devuelto bonos navideños que le fueron asignados en la cámara de diputados, donde coordina a sus compañeros de curul.

Esa acción, denominada JitomatazoMx, forma parte de lo que durante más de un año ha venido impulsando Arne Sidney aus des Ruthen Haag (nacido en la Ciudad de México, en 1971), un polémico personaje que años atrás fue militante panista, en cuya condición llegó a ser miembro de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, jefe delegacional en Miguel Hidalgo y jefe de asesores con Juan Camilo Mouriño en la secretaría de Gobernación.

Arne, como suele llamársele, para salvar la pronunciación de la complicada nomenclatura, renunció al PAN en 2011 y en 2015 ocupó el cargo de administrador delegacional (City Manager, gustan decir algunos) de la Miguel Hidalgo, con Xóchitl Gálvez como jefa. Desde entonces, ganó fama en las redes sociales como usuario del servicio de Periscope, que permite transmisiones en vivo. Arne se dedicó a evidenciar las violaciones a reglamentos y leyes y a dejar constancia de sus acciones, con frecuencia envueltas en rispidez física por parte de los infractores. A causa de un conflicto de tipo inmobiliario, dejó ese cargo, pero no el activismo urbano.

Ahora, a causa de los jitomatazos contra el mexiquense Camacho, Arne será demandado en términos penales, según anunció el propio afectado. Cierto es que la integridad física debe ser respetada, más allá de las diferencias políticas e ideológicas. Cierto es también que el enojo de los mexicanos (franco encabronamiento) se ha ido expresando a lo largo de este vertiginoso mes inicial del año con una rudeza desconocida, y con desenlaces imprevisibles. ¿Intentar el sancionar con cárcel o multas a manifestantes, con motivaciones políticas legítimas, que rebasan la frontera de la urbanidad, contendrá o reducirá las protestas o sólo las avivará? Por lo pronto, JitomatazoMX tuiteó: “Hasta que no regresen el bono navideño @CCQ_PRI, recibirán Ud y su bancada, jitomatazos”. Tiempo en rojo.

En Hermosillo, una de las ciudades norteñas en que se han realizado muy concurridas manifestaciones contra el gasolinazo, propusieron durante una de las protestas “que el 5 de febrero, para conmemorar los cien años de la Constitución, se tomen los congresos estatales y el congreso federal, para que la celebración sea de los ciudadanos y no de los legislativos que solo llegan a acuerdos para lastimar a la sociedad. Esa acción simultánea sería importante para mostrar articulación a nivel nacional, para expropiar a las cúpulas partidistas la conmemoración de la primera constitución social del siglo XX y para plantearse, en lo posible, un nuevo constituyente. No es algo fácil, pero se puede lograr en los días restantes”. #TomaNacional5F .

Un lector, cuyas iniciales son GM, plantea: “siguen las noticias diarias de terror en México, en todos los ámbitos, y, a pesar de que hay protestas aisladas, pareciera que el fin será el mismo de siempre: en este país no pasa nada. Sugiero humildemente que periodistas e intelectuales unan esfuerzos para convocar a una marcha en la Ciudad de México por un ¡ya basta! de tanta corrupción, cinismo y falta de talento de nuestro gobierno (¿o mucho talento?, pero para grupos de interés específicos). Me comentó un amigo que, estando en París en 1968, Jean Paul Sartre lidereaba, entre otros, marchas estudiantiles (…) Si no es así, y todo sigue en manos de partidos, y grupos con intereses políticos, cualquiera que estos sean, no se logrará la legitimidad y la convocatoria que se requiere. ¡Necesitamos hacer algo!”.

Otro lector, comenta: “Hay una serie de situaciones que implican abusos graves, como la tolerancia de la corrupción, donde el encubrimiento a gobernadores implica que, aunque todos roban, algunos dicen que poquito, ninguno es enjuiciado en serio, y atrapado tampoco, salvo el que ha caído de la gracia del señor que se sienta en Los Pinos, de tal manera que se encubre a los Duartes, Montieles y tantos que más bien es difícil excluir quien no ha caído en las garras de la corrupción; pero no es lo único en el malestar ciudadano, para poder llevar el nivel de vida, han ideado que todo sea recaudatorio: se ha incrementado el comercio informal, que es hostigado en diferentes formas, algunas abusivas, como abusar de los más desprotegidos, robándoles incluso su mercancía y sus escasos muebles o lo más frecuente, cobrando cuotas arbitrarias, con ojo de buen cubero (…) Quedarán muchas razones por las cuales este gobierno, con todos sus integrantes, puedan considerarse como los más nefastos de los últimos años, aunque anteriores probablemente no fueron mejores, pero no se evidenciaron tantos errores como ahora, y que incluso de los delitos anteriores, este sexenio ha servido para encubrirlos y remarcar la impunidad con que se cometen los delitos entre los políticos, ésta es quizá la punta de lanza de la protesta social”.

Al estilo visto en otras ocasiones en Estados Unidos, un adolescente disparó ayer contra una maestra y algunos de sus compañeros de clase, en una escuela de Monterrey. A reserva de conocer cuáles fueron las motivaciones específicas del atacante, ya muerto, los niños, adolescentes y jóvenes mexicanos viven bajo la pedagogía del crimen, con una violencia impune en las calles, con una violencia institucional generalizada y con una educación televisiva cargada de series que ensalzan el éxito de quienes participan en el crimen organizado. ¡Hasta mañana!

Julio Hernández López
Julio Hernández López
Autor de la columna Astillero, en La Jornada; director de La Jornada San Luis.