Cuota de silencio

Jaime Nava Noriega

E l fin de semana se reunieron algunos de los estudiantes inconformes con las cuotas de inscripción que pretende cobrar la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. En la reunión, en la que estuvo presente el rector de la universidad, no se llegó a nada en concreto y sobraron las esperadas explicaciones referentes a la imposibilidad de reducir las cuotas sin afectar a la institución.

El presupuesto total de la UASLP para 2015, según sus propios documentos, es de $2,825,567,871, de esa cantidad, superior al presupuesto anual del ayuntamiento de San Luis Potosí, $302,093,128 corresponden a “servicios educativos y de enseñanza”; en dicho apartado se encuentra una cantidad superior a los 37 millones de pesos por concepto de ingresos derivados del cobro de cuotas en licenciaturas y 34 millones por concepto de cobro de cuotas a los alumnos de posgrados. El resto corresponde a otras categorías dentro de ese mismo apartado.

Aquí es donde resulta interesante comparar los ingresos que obtiene la universidad, pues de acuerdo al informe anual de la UASLP 2014-2015, la universidad cuenta con 25,460 alumnos en licenciatura y 2,081 en posgrado. Si la diferencia entre ambos es de más de 22 mil alumnos ¿por qué generan casi la misma cantidad de ingresos? Para que se generen casi la misma cantidad de ingresos los alumnos de posgrado deben pagar más por estudiar lo que claramente tiene un impacto en el bajo número de inscripción de alumnos a posgrados.

Las finanzas universitarias se ven bien y si de verdad la matrícula actual de alumnos únicamente aporta menos de cien millones de pesos podría ser completamente gratuita sin verse afectada seriamente. ¿Por qué no se hace? En la reunión mencionada las autoridades universitarias arguyeron que el costo por alumno es muy elevado y que por eso no pueden disminuir los costos –menos aún convertirse en una universidad gratuita–. Debe ser cierto; no obstante el presupuesto con el que cuentan tiene cubierto ese costo.

Para que la universidad pueda ser gratuita se necesitan esencialmente dos cosas: un rector que vea más allá de la inmediatez y una ciudadanía dispuesta a apoyar la independencia económica de su institución. La UASLP genera ingresos superiores a los 97 millones de pesos nada más por la “Tienda de la uni”, si esta tienda de autoservicio, a pesar de los robos hormiga que realizan empleados quienes cambian vales por efectivo en caja, genera ese tipo de ingresos ¿por qué no han abierto por lo menos una tienda más en otra zona de la ciudad?

La universidad debe plantearse seriamente la posibilidad de trabajar un proyecto con miras a la independencia económica a corto, mediano y largo plazo porque no está lejano el día en el que la UASLP, a pesar de la demanda, vaya a quedarse con espacios vacíos porque sea muy difícil para las familias poder pagar las excesivamente caras cuotas que, dicho sea de paso, la han convertido en la tercera universidad más cara del país.

Dinero aparte, preocupa ver la actitud de las autoridades universitarias, quienes ante cualquier intento de organización estudiantil llaman a cuentas a los estudiantes para recordarles que la ropa sucia se lava en casa. La solución a los problemas de cuotas elevadas no está en el silencio estudiantil, por el contrario, ha sido el silencio estudiantil el que poco a poco ha permitido que la universidad camine hacia la privatización sugerida, impuesta o autoimpuesta por la propia institución. Las alternativas y soluciones se deben discutir en público, con la sociedad que, a fin de cuentas, en ella está el principio y el fin de la UASLP.

Caracteres al aire:

¡Que la UASLP baje los costos de posgrados y licenciaturas! #EducaciónParaTodos (216 días)

¡Ni un día más en el silencio, ni un día más sin Carmen Aristegui!

¡Pago puntual y completo de las becas a estudiantes!

@JaimeNavaN