Dejemos de reproducir el discurso donde la víctima es la culpable

Hace tres días la compañera Fátima Alvizo supo de un grupo en Facebook llamado La Logia Mens Club SLP, que tiene 130 mil miembros. Ahí se comparten “nudes” o “packs” (imágenes o videos eróticos o sexuales), “caldo de pollo” (que se refiere a la pornografía infantil por sus siglas en inglés CP: Child Pornography) y/o “zelda” (las ligas/links para descargar archivos de imágenes íntimas), todas de mujeres sin su consentimiento. También ahí se publica pornografía de venganza y los números celulares de ex novias para que las acosen. Al enterarse, nuestra compañera Fátima buscó entrar al grupo y tomar capturas de pantalla de sus contactos que son miembros para poder realizar vía Facebook una denuncia en contra de este espacio por sus prácticas violentas, machistas y pedófilas. Desde el grupo de inmediato publicaron capturas con la publicación de Fátima invitando a acosarla y ella comenzó a recibir mensajes violentos, amenazas y acoso sexual, por lo que ella decidió voluntariamente cerrar su cuenta.

Compañeras de distintas organizaciones y en lo individual manifestaron su apoyo y se sumaron a la denuncia, y la respuesta de los integrantes de La Logia fue publicar los links con las cuentas de cada una de las mujeres que denunciaban pidiendo que las dieran de baja, y obviamente todas comenzaron a ser acosadas sexualmente y a recibir amenazas.

Queremos señalar que el sexting es una práctica del libre ejercicio de una sexualidad que consiste en compartir imágenes y/o videos eróticos o sexuales en acuerdos de confianza y confidencialidad, sin embargo, cuando se rompen estos acuerdos y se difunden las imágenes y videos sin el consentimiento de alguna de las partes se está cometiendo el delito de difusión ilícita de imágenes íntimas (187 del Código Penal de SLP), ya que no fue la voluntad de la víctima que su foto saliera más allá de la persona en quien confiaba. Pero hay que resaltar la omisión de las autoridades para capacitarse en estos temas que dejan en impunidad a cientos y miles de hombres que comparten y usan esas fotografías en actos de humillación y denigración de las mujeres.

Por otra parte, sabemos que es probable que toda esa información esté almacenada en sus ordenadores, dispositivos móviles etcétera, para respaldar los archivos y volverlos a subir cuando es tumbado alguno de sus grupos en redes sociales, por lo que la posesión de ese material sigue siendo delito a perseguir.

Sin embargo, más que una amenaza con castigo de ley, el mensaje que como mujeres queremos transmitir es que nos parece violento, humillante e indigno el uso de esta información, y creemos que quienes la comparten no son personas enfermas sino completamente conscientes del daño que ocasionan con sus actos. No son personas que actúan desde lo individual, es una amplia red de violencia sexual en estos espacios.

La Castilla Combativa se posiciona ante esto y señala que así como ellos se colectivizan para difundir estas imágenes y videos, nosotras también podemos organizarnos para socializar cualquier dato que pueda ser de ayuda, como la existencia de estos grupos y que estamos conscientes de que a pesar de estar tipificada la conducta, consideramos que el sistema de procuración y administración de justicia penal está rebasado ante este tipo de situaciones en redes sociales virtuales y apostamos a que además de intentar por la vía legal, la denuncia se haga desde nuestros espacios virtuales, para generar consciencia de que debemos cuerpearnos entre nosotras porque el cuidar y apoyar a quienes denunciamos es un acto sororal de y para la prevención de violencias hacia otras mujeres.

Dejemos de reproducir el discurso donde la víctima es la culpable, entendamos que nada justifica hacer públicas las fotos que alguien te envía en privado. Nada justifica tomar fotos de mujeres sin su consentimiento ya sea en espacios públicos o privados (como se da en muchos de los casos en la calle, escuelas, cuando están dormidas, etcétera).

Las invitamos a que ahora seamos nosotras las que nos organicemos en estos espacios virtuales para compartir y denunciar a quienes nos están violentando.