Deterioro ambiental acelerado

Carlos López Torres

La falta de voluntad política de las autoridades de los tres niveles de gobierno ha propiciado en los últimos años en las demarcaciones de las cuatro regiones de la entidad un grave deterioro ambiental acelerado, aunque los reclamos y preocupaciones de las decenas de miles de habitantes afectados no son vistos ni escuchados por los funcionarios.

En la capital del estado y zona conurbada, donde a corto plazo presumimos que habremos de pasar a ocupar el tercer lugar en producción de automóviles a nivel nacional, no existe la verificación vehicular ni funcionan las unidades de medición de contaminación que se tienen instaladas en algunas zonas de la ciudad, según información vertida por la diputada federal Ángeles Rodríguez Aguirre, presidenta de la Comisión de Cambio Climático de la Legislatura Federal.

A ese botón de muestra habría que agregarle el desastre ambiental inminente de la Huasteca, de continuar el deterioro ecológico de esa zona y la permisividad de las autoridades hacia los depredadores, quienes a plena luz del día descargan todo tipo de residuos tóxicos en ríos y arroyos, sin dejar de lado una tala incesante de árboles y arbustos.

Si como afirma la legisladora federal, San Luis Potosí y la zona metropolitana aún están a tiempo de prevenir los índices de contaminación ambiental, no estaría de más que la comisión que preside se diera una vueltecita por la zona Huasteca, para comprobar in situ los altos índices de contaminación ambiental de esa rica región y sus efectos hacia los pobres pobladores, especialmente aquellos que habitan espacios rivereños en comunidades indígenas o zonas marginadas de la mancha urbana.

Ahí podrían corroborar los miembros de la comisión camaral como en el municipio de Ébano las empresas concesionarias de Pemex contaminan suelo y aguas; como la excesiva contaminación de la Laguna del Cerro de la Pez acabó con la actividad pesquera, sustento tradicional de una parte importante de los habitantes de ese municipio, finalmente serían testigos los señores diputados de la falta de servicios como el drenaje y de agua potable en los poblados del otrora sistema de riego más grande de América Latina, el Pujal Coy, con la consabida omisión de las autoridades encargadas del medio ambiente de los tres niveles de gobierno.

En ese periplo de los diputados federales, que se antoja como un sueño guajiro, en su escala por Tamuín, sería algo así como un gesto de solidaridad el que los visitantes le echaran un vistazo a la contaminación generada por la termoeléctrica, para de pasada contemplar el desolador paisaje dejado por la cementera de los Zambrano, los mismos empresarios que ordenan cotidianamente arrojar residuos tóxicos de la empresa Citrofrut en ríos y arroyos de Axtla, Coxcatlan y Tancanhuiz.

En la llamada Puerta Grande de la Huasteca, Ciudad Valles, podrían comprobar la contaminación de los ríos Valles y Gallinas, por parte de los ingenios azucareros que desde siempre han sido los principales generadores del deterioro de las aguas que recorren buena parte de ese territorio, todo ello con la complacencia del “amigo de los indígenas de la Huasteca”, el gobernador Carreras López y sus figuras decorativas del Verde, cuya posición en la Segam obedece a una mera concesión a los aliados que a una intención por resolver los graves problemas de contaminación, a los que se les está pasando el tiempo sin remedio alguno.

La lista es grande diputada Ángeles Rodríguez, faltan el Altiplano y la zona Media, donde también hace aire contaminado. Ojalá y nos visite más seguido.