Abuso de la autoridad municipal contra funcionaria se denuncia ante el Senado
4 julio, 2019
Continúa toma del Centro de Mando de la PF en Iztapalapa
4 julio, 2019
  • “Echada a perder”, “fifí”
  • Peña, Osorio, Galindo, Manelich
  • Tableros varios del obradorismo

Julio Hernández López

El accidentado proceso de ajustes laborales, recortes presupuestales y cambios de directrices en la actual administración pública federal, respecto a sus antecedentes inmediatos (el peñismo y el calderonismo, sobre todo), desembocó ayer en un retumbante escenario de protestas públicas por parte de policías federales que no aceptan, en los términos que les han sido propuestos o cuando menos esbozados, su paso a la Guardia Nacional, el cuerpo militarizado que constituye la máxima apuesta del obradorismo para tratar de recuperar paulatinamente la seguridad pública y el imperio del derecho.

Las escenas vistas ayer muestran la textura fibrosa y rijosa que pueden alcanzar determinados conflictos que habría de suponerse podrían haberse atajado con más oportunidad y precisión: Policías federales agredieron a su coordinadora, obstruyeron vialidades estratégicas de la capital del país, forcejearon en distintos momentos y con diversos motivos circunstanciales y colocaron en jaque a la secretaría civil de seguridad, a cargo del sonorense Alfonso Durazo, y, de manera aún indirecta, a la propia Guardia Nacional y a su virtual estado mayor conformado por los jefes del Ejército, la Marina y la Policía Federal insubordinada.

La demanda de respeto a derechos laborales se instaló corporalmente en el centro de mando de la PF en Iztapalapa y llevó al mencionado secretario Durazo y al equipo de comunicación social de Palacio Nacional a difundir información con banderita blanca de paz, en busca de bajar el tono de la protesta y de ofrecer algún tipo de alternativas a los policías. A la hora de cerrar esta columna continuaba la tensión, con agentes federales exigiendo la presencia del secretario Durazo en el centro de mando de Iztapalapa.

El presidente de la República (quien luego aparecería en fotografías en las redes sociales jugando beisbol) había dicho en su conferencia mañanera: “la Policía Federal estaba mal, se echó a perder, sobre todo cuando pasó a formar parte de Gobernación, ahí se relajó la disciplina y se cometieron abusos… Estaban mal acostumbrados algunos, por eso protestan, sobre todo los de arriba” Por la noche, tuiteó que “el asunto de la PF no tiene fundamento aunque respetaremos el sagrado derecho a manifestarse”.

La lista principal de esos funcionarios que habrían “echado a perder” a la PF ha de entenderse que estaría formada por el propio usuario de la banda presidencial, Enrique Peña Nieto; el entonces secretario de Gobernación y ahora senador priista, Miguel Ángel Osorio Chong; el jefe de dicha Policía Federal desde el principio del peñismo y hasta los sucesos de Nochixtlán, Oaxaca, que lo tumbaron, Enrique Galindo Ceballos (ahora metido al negocio del periodismo, como franquiciatario en San Luis Potosí de un exitoso portal nacional de noticias), y el último de los comisionados generales de esa policía, Manelich Castilla Craviotto.

La protesta policiaca esgrime razones administrativas, laborales y humanitarias como móviles de su manifestación pública. Apenas el pasado 25 de junio el flamante titular del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño, hubo de pedir disculpas a esos policías federales, luego de haberles llamado fifís por denunciar sus condiciones deplorables de alimentación, hospedaje y trabajo en general. Garduño aseguró que esos agentes están acostumbrados a dormir en hoteles y comer en servicio buffet, sin entender que las cosas han cambiado: “es la Cuarta Transformación. Eran fifís y quieren seguir como fifís”.

Por lo pronto, en un ambiente cargado, con insinuaciones de que podría haber motivaciones extralaborales, casi de desestabilización intencional en ese movimiento de policías, se anunció la posibilidad de armar un paro nacional este jueves. En el ámbito de la Policía Federal han participado demasiadas manos especializadas en tretas políticas mayores y, en las circunstancias actuales, el estallido de estas protestas se inscribe en el marco general de los problemas, genuinos o creados, que enfrenta en distintos tableros el obradorismo.

Astillas: El expresidente Vicente Fox culpó de yerros ortográficos al corrector automático de escritura en aparatos con internet. Había tuiteado con descuido o ignorancia escritural (o una experta combinación de ambos factores) para criticar al presidente López Obrador por el tema de los recursos que podrá redirigir mediante decreto a partir de lo que su administración vaya ahorrando. Ante la cascada de críticas que recibió, recurrió al corrector expiatorio, ofreció disculpas y siguió encarrerado en el señalamiento de lo que a su juicio, y de otros de sus congéneres, significa una nueva “partida secreta”… La secretaria de la función pública, Irma Eréndira Sandoval, dijo ayer a un programa de Radio Centro (de 1 a 3 de la tarde) que no hay tal partida y que la nueva disposición legislativa para el uso de ahorros tampoco será secreta. Sandoval aseguró que habrá plena transparencia en el curso que tendrían esos ahorros y formas de supervisión de su buen uso… Ayer salieron Sabina Berman y Hernán Gómez a defender la forma en que están realizando sus respectivos programas en el Canal Once (John y Sabina, y La maroma estelar, respectivamente), luego que 67 diputados federales del PAN y el PRD se quejaron ante el defensor de las audiencias de ese canal por el tono y contenidos de los citados programas… La sonorense Ana Gabriela Guevara dijo ayer que en la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) ya no tienen dinero ni para pagar la luz. “Entramos en números rojos y ya no va a haber presupuesto para salir de agosto hasta diciembre; ya no hablemos del tema de becas que es un tema sensible, ni en pagos”… ¡Hasta mañana!

Julio Hernández López
Julio Hernández López
Autor de la columna Astillero, en La Jornada; director de La Jornada San Luis.