El PRI y las pugnas por la reelección

Carlos López Torres

Cuando todo marchaba aparentemente sin tropiezos, en el proceso interno para la renovación de 28 consejos municipales y la designación de los 58 comités municipales del partido del gobierno, surgió lo inesperado: la rebelión de un grupo de diputados del PRI, quienes en compañía de los del Panal y el Verde Ecologista, respectivamente, terminaron por abandonar la reunión donde increparon la línea que “desde arriba”, según se les informó, se había decidido.

Ante el azoro de los funcionarios partidistas y el enlace del gobernador Carreras López, ante el Congreso del Estado, quienes acudieron a la sede legislativa para obligarlos a cambiar su tibia actitud ante lo que consideran clientelismo excesivo e ilegal del alcalde Ricardo Gallardo Juárez, los operadores del CEN del PRI, con caras desencajadas tuvieron que escuchar de parte de sus propios diputados, fuertes cuestionamiento sobre su actuación y la decisión de por lo menos un diputado, José Luis Romero, quien de plano rehusó la línea de aplicar la estrategia de desgaste respecto al alcalde en campaña, mientras los otros legisladores manifestaron abiertamente su disentimiento y franco rechazo a la designación por parte del CEN del tricolor de 28 delegados a los 28 municipios donde habrá renovación de los consejos municipales.

Después de la confrontación escenificada entre el delegado del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Jorge Schiaffino Isunza, Martín Juárez Córdova, presidente del Comité Directivo Estatal, y Ángel Castillo, en el improvisado ring del Congreso del Estado, con el grupo de legisladores “alzados”, quienes amenazaron incluso con renunciar a su militancia de años, en caso de que se consumara la imposición del CEN, esa instancia donde supuestamente se trazó la línea de iniciar el desgaste de Gallardo Juárez, en el marco del proceso preelectoral de 2018, mantiene la decisión de enviar a los 28 delegados, según lo reconoce el mismo Jorge Schiaffino, después de su visita a Matehuala y Ciudad Valles, desde donde asegura que hasta ahora ninguno de los diputados disidentes, que dicen tener todo bajo control en sus respectivos distritos, ha presentado su renuncia al PRI.

Por su parte, el dirigente formal del PRI en el estado, Martín Juárez Córdova, al aseguran que ni el gobernador ni los alcaldes meterán mano en la designación de los consejeros ni dirigentes de los comités municipales, toda vez que la decisión será sólo de los militantes, como lo establecerá la convocatoria cuya aparición será en un plazo de 10 días, de hecho descarta la injerencia en el proceso de los diputados.

El contenido electorero de las luchas internas en los partidos, especialmente en el partido del gobierno, tiene que ver con las pretensiones reeleccionistas de diputados y alcaldes, dada la aprobación de la medida de corte porfirista aprobada y que permitirá en 2018 la reelección de diputados y presidentes municipales, muchos de los cuales ya hacen labor de proselitismo.

Algunos mediante supuestas campañas dignificantes de la política y los políticos, otros tratando de atenuar el ejercicio del poder y el uso de prebendas que impidan las dádivas y compra de voluntades, otros políticos le apuestan efectivamente al clientelismo como medio para crear imagen de cercanía con los electores.

Meter al inoperante Congreso del Estado en un proceso de guerra de desgaste en las circunstancias en que se encuentra ese “poder”, significaría abrir las puertas a la arbitrariedad y la profundización de las de por sí debilitadas instituciones. Pero al parecer a quienes les interesa mantener el poder a toda costa, poco le importan los graves problemas sociales y económicos que vive la mayoría de los pobladores.