Emir Olivares Alonso
Ciudad de México. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en México (UNODC) y la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos humanos (ONU-DH) condenaron los violentos acontecimientos del 6 de julio en el Centro de Reinserción Social de las Cruces, en Acapulco, Guerrero, que dejaron al menos 28 internos muertos y tres heridos.
Estas instancias llamaron a las autoridades correspondientes para conducir una investigación “pronta, diligente y respetuosa del debido proceso”, que esclarezca esos hechos y otorgue justicia a las víctimas y a sus familiares. Lo que representaría “una medida fundamental de prevención para que actos similares no vuelvan a suceder es una completa y exhaustiva investigación, así como la sanción de quienes resultaran responsables”.
Recordaron que el Estado mexicano, en su posición de garante frente a personas de la libertad tiene obligaciones internacionales especiales. “Las autoridades deben tener presente lo dispuesto en las reglas mínimas de las Naciones Unidas para el tratamiento de los reclusos, mejor conocidas como las Reglas Mandela, que establecen que todos los internos serán tratados con el respeto que merecen su dignidad y valor intrínsecos en cuanto seres humanos, velando en todo momento por su seguridad”.
A través de un posicionamiento to conjunto, ambas agencias de la ONU reiteraron su compromiso de brindar cooperación y asistencia técnica a las autoridades mexicanas con el fin de fortalecer las capacidades institucionales del sistema penitenciario en el país; y manifestaron sus condolencias y solidaridad con los familiares de las víctimas.