Mexicali, B.C. La migración en Tijuana y Mexicali es un asunto preocupante que debe ocupar a las autoridades del estado y de la Federación, pues no hay políticas públicas ni recursos para habilitar albergues y dar atención a mexicanos, centroamericanos y haitianos desplazados de zonas de violencia y deportados de Estados Unidos, señaló el director de la Coalición Profedensa del Migrante, José Moreno Mena.
Destacó que a la fecha operan 38 albergues en Tijuana y 12 en Mexicali, pero son temporales y no todos están habilitados para darles hospedaje a los migrantes que se hospedan en cuartos de mala muerte, en hoteles acondicionados y en iglesias.
Moreno recordó que de 2004 a 2007, eran mexicanos la mayoría de los migrantes en albergues, pero un censo arrojó que a partir de 2016, 18 por ciento eran connacionales; 70 por ciento haitianos, y el resto centroamericanos, comentó Moreno Mena, tras señalar que el porcentaje se revertirá cuando la administración Trump aplique su política migratoria.
“Las deportaciones masivas van a llegar tarde que temprano, porque es la intención de Donald Trump. Todavía no lo hace por falta de recursos, pero Baja California tiende a convertirse en un refugio de migrantes y de deportados de Estados Unidos”.