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Ciudad de México. Las autoridades mexicanas se niegan a admitir que la llegada de miles de migrantes haitianos y africanos a la frontera con Estados Unidos se trata de una “crisis humanitaria” que debe ser atendida, señaló el Comité Ciudadano de Defensa de Afrodescendientes y Naturalizados.
Wilner Metelus, presidente de dicha organización, detalló en conferencia de prensa que actualmente hay unos 7 mil migrantes “varados” en la ciudad de Tijuana, Baja California, la mayoría de los cuales subsisten en condiciones muy precarias en unos 44 albergues administrados por grupos de la sociedad civil.
“El subsecretario (de Gobernación) Humberto Roque se comprometió a no expulsar a los migrantes africanos y haitianos, pero no quiere admitir que esto se trata de una crisis humanitaria. Dijeron que habría apoyo de la Sedesol, pero no hay nada”, lamentó.
El activista alertó que la infraestructura sanitaria de los albergues está rebasada por la cantidad de migrantes que han llegado en meses recientes, a tal grado que en algunos de ellos hay solo tres baños para más de 500 personas.
Además, existe un grave hacinamiento, porque mujeres, hombres y menores de edad permanecen en el mismo lugar, en albergues que además son acechados por grupos criminales que buscan reclutar a los indocumentados.
Por todo ello, Metelus llamó al gobierno mexicano y a la iniciativa privada a dar oportunidades de empleo y estudio a los migrantes haitianos y africanos, además de garantizar condiciones de vida dignas para todos los demás trabajadores internacionales sin documentos que transitan por México.
Con respecto a la “guerra comercial” iniciada por el presidente estadunidense Donald Trump contra México, el luchador social llamó al gobierno de Enrique Peña Nieto a mostrar una actitud firme y digna, y no sólo reactiva frente a las órdenes ejecutivas firmadas por el republicano.
