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Enrique Méndez y Roberto Garduño
Ciudad de México. La determinación del poder judicial federal de proteger, vía el amparo, a los cuatro individuos que participaron en una agresión sexual en contra de una adolescente en el estado de Veracruz representan actos de vergüenza de jueces y magistrados intocables; es indignante el trato a los derechos humanos de la menor implicada, que se manifiesta en las agresiones diarias para mujeres, adolescentes y niñas en todo el país, respondieron diputadas federales en San Lázaro, durante la sesión ordinaria celebrada en ese órgano legislativo.
Al abordarse la decisión de liberar al agresor sexual Diego Cruz, por la determinación del juez Anuar González Hemadi, diputadas y diputados de todos los partidos reprocharon con dureza la determinación del juzgador, y demandaron al Consejo de la Judicatura Federal que actúe con urgencia y severidad contra el juez de la causa que dadas sus relaciones personales con la familia del acusado lo había liberado del cargo de violación y abuso contra una joven víctima.
Diego Cruz, integrante del grupo de cuatro jóvenes veracruzanos conocidos como Los Pokys, participó en la agresión y debe ser castigado con todo el peso de la ley, reclamaron diputadas de los partidos Encuentro Social, Nueva Alianza, Movimiento Ciudadano, Morena, PRD, PAN y PRI.
Por el PRI, Laura Nereida Placencia expuso que durante su intervención, de cinco minutos en el pleno de San Lázaro, se estarían perpetrando cinco violaciones a mujeres y niñas en el país: “cada año, 600 mil mujeres y niñas son víctimas de abuso sexual y de violación, los mayores casos terminan siendo impunes en todo el país”.
La representante del priísmo se sumó al reproche colectivo en San Lázaro contra el porky Diego Cruz, pero sobre todo a la indignación contra el juez Anuar González, quien con su postura deja un precedente negativo en la impartición de justicia, “abren la puerta para que miles de niñas y mujeres sean nuevamente víctimas de violencia con que la justicia llegue a cada una de ellas”.
