Carlos Águila Arreola, corresponsal
Cancún, QR. El basurero de la isla de Holbox, que se ubica a 300 metros del núcleo poblacional, a las afueras del centro de la ínsula, se quema desde las 11 de la mañana del jueves porque no hay equipo para combatir el siniestro; de hecho, los primeros en tratar de apagarlo fueron los mismos habitantes con cubetas y una manguera.
El siniestro ocurre tres semanas después del incendio que consumió 85 hectáreas de vegetación selvática y la protegida palma chit en la ensenada de la ínsula, al noroeste del centro de la población, en hecho que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) consideró intencional.
Miembros del Consejo de Desarrollo de Holbox, elementos de la Marina-Armada de México y la casi decena de policías de la isla trataron de controlar el fuego con una manguera y una pipa, sin ningún equipo de protección, ni siquiera cubrebocas.
El depósito de desechos está a espaldas del aeródromo del poblado, al oeste de la comunidad, y a 300 de las primeras casas del archipiélago, donde se queman alrededor de 250 toneladas de basura en una superficie de poco más de una hectárea, de acuerdo con los habilitados como combatientes.
Los pobladores comentaron que no es la primera vez que se quema el basurero, y que la más reciente fue hace dos meses, cuando se sospecha que se le prendió fuego, lo que se ha vuelto recurrente debido a la acumulación de desechos.
La gente señaló que el tema de la basura ya es bastante delicado y que las pasadas autoridades municipales hicieron caso omiso a las denuncias, por lo que un grupo de empresarios pagan mil pesos por camión de volteo que saca los residuos de la isla, vía ferry a la comunidad de Solferino, en la parte continental del municipio de Lázaro Cárdenas.
De acuerdo con los holboxeños, se sacaban entre 10 y 15 viajes diarios, hasta hace dos meses cuando una pieza de una retroexcavadora se averió y apenas, con la cooperación de la iniciativa privada del lugar está por repararse.
El área de la conflagración linda con la laguna Yalahau, el cuerpo de agua dulce más importante del Área de Protección de Flora y Fauna de Yum Balam, a 50 metros del lugar, donde en temporada de lluvias escurren los lixiviados, situación que dicen se ha denunciado en infinidad de ocasiones a la Profepa, instancia que hasta ahora los ha ignorado.





