Jorge Torres
Ante la ola de hechos violentos que se han suscitado en el estado desde comienzo de este año, donde se han registrado atentados con armas de fuego en antros, ejecutados, feminicidios, mantas del crimen organizado contra funcionarios, y continúan las desapariciones de mujeres, el arzobispo de San Luis Potosí, Jesús Carlos Cabrero Romero, consideró que las estrategias del crimen van más allá de las que tienen las autoridades, por ello exhortó a sociedad y autoridades para que juntos cooperen a que estas situaciones sean menos difíciles.
“Aunque se tengan las mejores prevenciones, estas situaciones brincan porque las estrategias de ellos van más adelante que las propuestas. Yo exhortaría a que a pesar de los intereses que hay en estas situaciones, todos debemos cooperar para que las situaciones sean menos gravosos, sobre todo por tantas muertes”, dijo Cabrero Romero; además pidió a quienes los fines de semana deciden salir a divertirse, que lo hagan de manera tranquila, sin buscar algún tipo de problemas, sobre todo cuando conducen bajos los efectos del alcohol, donde ponen el riesgo su vida y la de otros.
Respecto a los miles de mensajes que diariamente recorren las redes sociales, alertando sobre situaciones de violencia, las cuales en su mayoría son situaciones falsas, dijo que “yo sí exhortaría que no caigamos en la sicosis y la desesperación, mejor tratemos de esperar un poco más para que con la participación de todos logremos alcanzar la paz”.
La “deshumanización”, presente en la familia
En cuanto a los acontecimientos que se dieron la semana pasada en la ciudad de Monterrey, donde un menor disparó a dos compañeros y su maestra, para después suicidarse, consideró que la “deshumanización” de las familias ha provocado que se den casos como éste, por ello alertó que de seguir esta falta de comunicación entre padres e hijos no sería de extrañar que se den más.
“El caso del joven de Monterrey, que él mismo anunció lo que iba a hacer, es una situación muy compleja e inexplicable, yo creo que la deshumanización empieza en la vida familiar, cuando no nos damos cuenta ni cómo es ni cómo piensa ni qué anhela, de nosotros los padres, el hijo o la hija, vivimos como desconocidos”, dijo el arzobispo.
