Juan Manuel Vázquez
Ciudad de México. “Vasyl Lomachenko es un peligro”, reconoce el mexicano Orlando Salido, único que lo ha vencido; “por eso nadie quiere enfrentarlo”. Anoche, el ucranio retuvo su cinturón superpluma de la OMB por nocaut técnico en siete asaltos ante el colombiano Miguel Marriaga.
Una exhibición en la que el campeón se dio el lujo de fanfarronear y ridiculizar al rival. “Lo que pasa es que lo dejan hacer. Se necesita un peleador que no lo deje hacer lo suyo, porque si lo dejas te ridiculiza”, dice Salido. “Yo soy el único que lo venció porque desde que suena la campana salgo a pelear sin dar tregua.
No lo dejo que se luzca, le cierro salidas, lo perturbo hasta que se desespera, pero no me voy a lo loco sino que peleo incansable”. La revancha de Salido ha estado en puerta desde que lo derrotó en la segunda pelea del ucranio, pero hasta el momento no han podido llegar a un acuerdo económico.
“Me han pagado muy poco. Aquella vez recibí una bolsa mediocre, he ganado poco en mi carrera, pero ya no más, si quiere quitarse esa mancha que le dejé, debe volver a pelear conmigo. Para hacerlo, deben pagarme lo justo, si no, vivirá con esa espina clavada”.
Salido cree que seguirá la carrera de Lomachenko peleando con rivales más pequeños o que le permitan lucir sus habilidades, las que no minimiza porque lo considera un fuera de serie. Si no se concreta, Salido buscará otras opciones, mientras seguirá conduciendo su Uber en Phoenix. “Me sirve de terapia y sirve para sacar algunos gastos del día a día”.
