Roberto Garduño
Ciudad de México. Decenas de pintores, albañiles y trabajadores de limpieza adscritos a la Cámara de Diputados y a empresas contratistas se afanan en remozar las áreas comunes del palacio legislativo de San Lázaro, sitio donde tendrá lugar la ceremonia de transmisión del poder presidencial a Andrés Manuel López Obrador.
El próximo sábado cientos de reporteros, fotógrafos, camarógrafos, blogueros, invitados especiales, dignatarios (presidentes, primeros ministros, vicepresidentes y representantes diplomáticos) asistirán a la ceremonia de toma de posesión, y para el efecto la autoridad cameral ha dispuesto que las áreas comunes den su mejor imagen.
Este fin de semana los señalamientos de tránsito de personas y vehículos fueron repintados. Los pasamanos pulidos. Los cristales del vestíbulo principal lavados. El interior del salón de sesiones fue aspirado y las curules de los 500 diputados y los 128 senadores lavadas.
Las labores de mantenimiento superficial -para darle realce a la ceremonia- continuarán hasta el miércoles próximo, pues las instalaciones de San Lázaro cerrarán los días jueves y viernes por motivos del protocolo de seguridad en torno a la esperada ceremonia del primero de diciembre.





