- Pantanoso caso judicial
- “Sociedad civil” con FCH y EPN
- Reforma laboral binacional
Julio Hernández López
Durante una larga temporada (desde el último año de gobierno de Vicente Fox hasta el último de Enrique Peña Nieto), Isabel Miranda de Wallace ejerció el poder de entreverarse y torcer el funcionamiento de los aparatos de procuración e impartición de justicia a cuenta y cuento de una autoasignada representación “de la sociedad civil” que avalaba o rechazaba, según los vaivenes políticos, los planes gubernamentales en materia de seguridad pública y combate a la criminalidad y los informes oficiales de resultados en esas materias.
Protegida del entonces ocupante de Los Pinos, Felipe Calderón Hinojosa, y de su vicepresidente ejecutivo en materia policiaca y de espionaje, Genaro García Luna, la señora Miranda de Wallace se convirtió en asistente frecuente (casi indispensable) a las ceremonias y reuniones de ese corte, al igual que lo fueron haciendo otros ciudadanos golpeados trágicamente por acontecimientos criminales: muertes, desapariciones, secuestros.
Ella preside la organización Alto al Secuestro y se define en su cuenta tuitera como una “activista dedicada a defender derechos humanos de las víctimas del delito”. Recibió en 2010 el Premio Nacional de Derechos Humanos que le entregó el mentado Calderón Hinojosa, cuya administración fue particularmente violatoria de esos derechos, a título de la nefasta “guerra contra el narcotráfico”. En 2012 fue candidata del Partido Acción Nacional a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México.
Frente a un contexto pantanoso, ha sido creciente la investigación periodística que ha ido señalando irregularidades y francas falsedades en el expediente de los presuntos hechos de secuestro y asesinato del hijo de la señora Miranda de Wallace. Esta semana, en la revista Proceso, el periodista y escritor Ricardo Raphael hizo un recuento de la más reciente acusación de mendacidad adjudicable a la mencionada activista, en una relatoría que parecería pertenecer al género de la novela negra, pues la gota de sangre, sobre la cual se fundó todo el desarrollo de un proceso que ha mantenido en prisión durante largos años a varios presuntos responsables, no pertenece al código genético del padre formal, el señor Wallace, pues el padre biológico es un primo de la señora Miranda, de apellido León.
No es un asunto de sábanas ni invade el respetable ámbito privado de las personas: es una precisión que puede significar el derrumbamiento de todo el armado judicial logrado hasta ahora por la madre del joven que en todo caso podría ser considerado como desaparecido. Podría significar la liberación de personas inocentes y la confirmación de un comportamiento mafioso que castigó a quienes eran señalados por una particular y que permitió la construcción de una figura pública “representativa” de la sociedad civil, luego asociada a las tareas de los poderes públicos desde un posicionamiento “independiente”.
A estos señalamientos, que son una continuidad de lo publicado en otros momentos por las periodistas Anabel Hernández y Guadalupe Lizárraga, y que han denunciado personajes como la ahora senadora morenista Nestora Salgado, ha respondido Miranda de Wallace con una fuerte acusación contra el presidente López Obrador, a quien ha mencionado como apoyador de secuestradores. Entrevistada por Ciro Gómez Leyva, cargó la tinta en adjetivos y en consideraciones personales, sin entrar al fondo del asunto, que se refiere a las pruebas documentales de que el proceso relacionado con su hijo desaparecido, Hugo Alberto, se ha sustentado en una gota de sangre que no correspondería genéticamente al padre acreditado para diligencias forenses y que pudo haber sido sembrada con fines distorsionadores.
Tal como estaba binacionalmente previsto, el congreso mexicano aprobó las reformas laborales que Estados Unidos ha demandado para avanzar en la aprobación legislativa del nuevo tratado de libre comercio en Norteamérica. Entre otras consecuencias, habrá un inicio de democracia sindical y se eliminarán abusos contra trabajadores.
Astillas: Álvaro Delgado, reportero de Proceso, columnista y opinante en radio, tuiteó ayer: Ojo: “El proyecto de partido de @FelipeCalderon sufrió un rotundo fracaso en su primera asamblea distrital en Guanajuato, pese a la presencia de @Mzavalagc en León. Debían asistir 300 afiliados a @MexLibre_ y no llegaron ni 150”… Sin cargo político al momento, Manuel J. Clouthier, hijo de quien fue candidato presidencial panista y hermano de Tatiana, diputada federal obradorista, tuiteó: “Cuando el Presidente AMLO dice respecto al Reforma, ‘ese periódico, si sigue así, va terminar como un pasquín ‘, empodera a que cualquier mexicano o cualquier periódico diga, ‘ese Presidente, si sigue así, va terminar como un pendejo’!”… El presidente López Obrador comentó ayer que días atrás comió con el hombre más rico del país, Carlos Slim, y que en algunos temas hubo coincidencias. Señaló que es natural que haya discrepancias en ciertos puntos, no solo con el empresario que forma parte de la élite mundial sino también con otros, como Ricardo Salinas Pliego (ha de recordarse que este hombre de negocios es miembro del consejo asesor presidencial y ha sido beneficiado temprana e indicativamente con varias cesiones del gobierno federal), quien ha expresado públicamente desacuerdos con la política económica obradorista y con el estilo de gobierno del tabasqueño… El asesinato de una alumna del Colegio de Ciencias y Humanidades, campus oriente, de la UNAM, genera inquietudes en el segmento estudiantil que con sus movilizaciones siempre puede generar consecuencias políticas imprevisibles. Por lo pronto, las clases se han suspendido hoy en ese plante, para “facilitar” las diligencias forenses del caso… ¡hasta mañana!





