Jessika Becerra
El crecimiento de la economía mexicana será 1.3 por ciento en 2026 impulsado por la derrama económica del turismo que acudirá al país con motivo del mundial de futbol y, por otra parte, por la ratificación del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) prevista para el próximo año, confío José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
“Se prevé que el T-MEC haya sido ratificado al cierre del año, mucho va a depender de qué tipo de negociación se obtenga allí; y los efectos positivos también del turismo, y esto no es anecdótico, es una realidad demostrada: cuando hay mundiales de futbol, los países que son anfitriones de los mundiales de futbol reciben mucho turismo y mucho dinero, de manera que eso le va a agregar un poco a un mayor crecimiento. En el caso de México”, mencionó.
Esta mañana Salazar-Xirinachs presentó desde Santiago de Chile el “Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2025”, que es el último informe del año de la Cepal.
Estimó que en 2025 el producto interno bruto (PIB) de México habrá crecido 0.4 por ciento frente al 1.4 por ciento de 2024, un desempeño que es atribuible a la pronunciada caída del consumo y de la inversión.
“La incertidumbre en torno a las condiciones de acceso al mercado de Estados Unidos ha impactado negativamente, también los anuncios y materialización de inversiones. Por más que el gobierno de México ha reaccionado, negociando muy bien y de más, ha habido una enorme incertidumbre para una economía que está estrechamente vinculada en la que más de 80 por de sus exportaciones son a Estados Unidos”, comentó el secretario de la Cepal.
Detalló que de enero a septiembre de 2025 el consumo privado creció 0.1 por ciento interanual, en parte por el aumento del desempleo y por la caída de 5.1 por ciento en las remesas.
Salazar-Xirinachs detalló que la inversión fija bruta cayó en promedio 7.3 por ciento en los primeros nueve meses de 2025 respecto al mismo periodo de 2024, mientras que hace un año había crecido 6 por ciento.
“Esto fue influido por una contracción de la inversión pública de 32 por ciento, y un debilitamiento de las inversiones en las cadenas de suministro”, agregó en la presentación que se transmitió en línea.
Expuso que a octubre de este año, las exportaciones habían aumentado 6.6 por ciento anual, con cual siguen siendo el principal motor de crecimiento de la economía mexicana.
“Para 2026 proyectamos que el PIB de México crecerá 1.3 por ciento, que es una mejora causada principalmente por la mejora en el entorno económico mundial y mayor certidumbre comercial”, expresó.
En la misma presentación, Noel Pérez, oficial a cargo de la División de Desarrollo Económico de la Cepal, expuso que el PIB de México crecerá más el próximo año, debido a que se espera mayor certidumbre comercial en espera de tener la ratificación del T-MEC hacia el final del año. A su vez, “por el efecto positivo que puede venir el turismo con base en el mundial”.
“Habría que añadir un par de cosas adicionales. Por ejemplo, que la inflación terminará este año dentro del rango meta del Banco de México, lo cual es positivo”, aseguró Pérez.
Indicó que a pesar de la incertidumbre que ha habido en el contexto global, las exportaciones de México continúan siendo el motor de la economía, y muy probablemente lo serán durante el próximo año.
Sin embargo, el país necesita buscar opciones para dinamizar la inversión, así como generar políticas que ayuden a dar certidumbre en esa materia y políticas activas.
“Por ejemplo, las que están enmarcadas en el Plan México, que darían un impulso a la demanda interna el próximo año”, mencionó.
Respecto a los aranceles que aplicará México a los países con los que no se tiene tratados, Pérez afirmó que este tipo de cobros tienden a elevar los precios de las importaciones, sobre todo para los consumidores y las empresas que dependen de los insumos extranjeros, y cuando surgen sustitutos inmediatos que son competitivos.
“Un factor importante a considerar es que se procuró dejar fuera insumos claves para las exportaciones y yo creo que aquí habría un par de oportunidades para tomar en cuenta”, explicó el analista.
“La primera oportunidad es buscar incentivar la producción local y la integración de proveedores nacionales a las cadenas globales de valor”, dijo.
“Y el segundo: que esta medida podría generar mayores espacios para que las empresas mexicanas continúen incrementando su productividad, y también para buscar formas de fomentar la inversión en la producción local para generar mayor empleo en sectores industriales”, destacó.
Concluyó que la inserción de las empresas mexicanas en las cadenas globales de valor, requiere de políticas de apoyo atrás.
“En este sentido de políticas de desarrollo productivo que venimos fomentando desde la Cepal para incentivar la inversión y fortalecer las capacidades productivas y tecnológicas locales”, resaltó Noel Pérez.





