El cantante inglés David Bowie, como él mismo lo expresó luego del éxito de su álbum de 1983, Let’s Dance, se sintió “bastante desarraigado”, luchando con la sensación de que lo estaban metiendo en una caja, ciertamente reverenciada.

Una mirada a su trabajo se encuentra en el documental Bowie: El acto final (Bowie: The Final Act), que se estrenó ayer en cines seleccionados de Reino Unido e Irlanda y se transmitirá el próximo 3 de enero en Channel 4.

El filme, dirigido por Jonathan Stiasny, explora lo que se describe como un periodo “relativamente no examinado” de la producción musical de Bowie, así como los últimos años de preparación para su obra final, Blackstar, lanzada días antes de su muerte a los 69 años el 10 de enero de 2016.

Algunas imágenes comparten comentarios de personas cercanas a El Camaleón, como también se le conoce a Bowie, incluido el productor Tony Visconti, el guitarrista Earl Slick y el promotor John Giddings, además se presenta material de archivo y entrevistas con el propio artista.

Blackstar es una obra conmovedora y hermosa, y es única como álbum creado mientras enfrentaba su propia muerte, pero la película también trata sobre su increíble legado musical como uno de los pocos íconos auténticos de la música británica.

“Aunque no pudimos examinar toda su obra, espero que esto nos anime a revisitar y escuchar de nuevo sus maravillosos álbumes. Su producción y su legado siguen siendo relevantes por su alcance, profundidad y calidad, y lo seguirán siendo para las generaciones venideras. Fue un privilegio tener la oportunidad de realizar una película que explora la vida y la obra de una figura tan inspiradora”, declaró Stiasny en entrevista.

“La década de 1990 es un periodo relativamente poco explorado en la producción musical de Bowie, pero para él fue una época tanto de lucha creativa como de renovación.

“Una época que finalmente condujo a un resurgimiento en la última etapa de su carrera y a sus extraordinarios álbumes finales. Todo esto es terreno fértil para un documental que intenta comprender el arte, la mortalidad y el misterioso poder de la creatividad”, argumentó el director.

También compartió que la “gama y profundidad” de la producción creativa de Bowie durante los años noventa resultó ser una fuente de “constante asombro”, pero también quedó asombrado al enterarse de la serie de conciertos secretos del músico en raves y carpas de baile.

“Existieron pocos artistas similares, si es que hubo alguno, antes o después, y creo que eso sigue siendo infinitamente fascinante para el público. Muchos seguidores de Bowie hablan de él y de su música, lo que les proporcionó una sensación de conexión que los hizo sentir como marginados. Tanto es así que, durante su vida, muchos dirían que les ofreció un ejemplo de cómo vivir. Mirando hacia atrás ahora, 10 años después de su muerte, Bowie sigue siendo un artista que puede mostrarnos cómo cambiar, reinventarnos y seguir adelante, incluso al enfrentarse al fin definitivo”, dijo Stiasny.

David Bowie lidió con varios problemas de salud en sus últimos años, incluyendo una serie de ataques cardiacos en el escenario cuatro años después de su actuación principal en Glastonbury en 2000.

Las imágenes en la película lo muestran en el T-Mobile Arena de Praga en 2004, agarrándose el corazón y claramente angustiado. “Lo siento, no puedo continuar, tengo demasiado dolor”, le dijo al público, antes de tambalearse hacia los bastidores.

Luego de un periodo de silencio, Bowie regresó sin previo aviso el día de su cumpleaños 66, en enero de 2013, con el sencillo Where Are We Now? Dos meses después presentó su álbum número 25, The Next Day, su primer disco de estudio en una década.

“David quería que fuera una sorpresa total, y entonces vimos cómo Internet se encendía… ‘¡David Bowie ha hecho un nuevo disco! ¿Qué demonios?’”, dijo en el documental Tony Visconti.

A Bowie le diagnosticaron cáncer de hígado en el verano de 2014 y sólo se lo contó a su familia cercana. El invierno siguiente, supo que era terminal y estaba en las etapas finales de su último trabajo musical.

“David era un artista en todos los sentidos de la palabra y era en gran medida su música, pero también sabía exactamente con quién quería trabajar y cómo quería hacerlo”, recuerda en el documental Erin Tonkon, productor e ingeniero con sede en Nueva York, quien trabajó con Bowie y Visconti en Blackstar.

“Creo que quería hacer el mejor álbum de su vida”, agregó en el filme Visconti, reflexionando sobre el momento emotivo en el que el cantante le dijo que se estaba muriendo.

“Es diferente a otros seres humanos”, continúa en el documental. “Sólo estoy especulando, pero probablemente lo animó a escribir y grabar todo lo que pudo, porque sabía que su fin estaba cerca”.

Bowie: The Final Act se emitirá el 3 de enero de 2026 en Channel 4.

(Con información de The Independent)

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