Reuters
En las semanas previas al alto el fuego en Gaza del 10 de octubre, Israel desplegó una nueva arma: vehículos blindados de transporte de tropas (VBT) M113 reutilizados para transportar entre 1 y 3 toneladas de explosivos, según investigó Reuters.
A medida que las tropas israelíes avanzaban hacia el centro de la ciudad de Gaza, las potentes bombas, junto con ataques aéreos y excavadoras blindadas, arrasaron grupos de edificios, según muestran imágenes de drones y de satélite.
En la mayoría de los casos, aunque no en todos, los habitantes huyeron antes de las demoliciones tras las advertencias israelíes, dijeron residentes, fuentes de seguridad israelíes y autoridades de Gaza.
La casa de cinco plantas de Hesham Mohammad Badawi en la calle Dawla, en el acomodado suburbio de Tel-al-Hawa, dañada por un ataque aéreo a principios de la guerra, quedó completamente destruida por la explosión de un VBT el 14 de septiembre, dijo él y un familiar, dejando a su familia de 42 miembros sin hogar.
Badawi, que se encontraba a unos cientos de metros de distancia, dijo que oyó al menos cinco detonaciones de VBT en intervalos de unos cinco minutos. No recibió ningún aviso de evacuación antes de la demolición y los miembros de su familia escaparon “de milagro” entre explosiones y un intenso tiroteo, relató.
Varios edificios de la misma manzana fueron demolidos alrededor de esa hora, según imágenes de satélite.
La familia se aloja ahora con parientes en distintas partes de la ciudad, dijo Badawi, mientras que él vive en una tienda de campaña junto a su antigua casa.
El ejército israelí no respondió a las preguntas de Reuters sobre el incidente. Reuters no pudo determinar cuál era el objetivo de Israel en el ataque ni verificar de forma independiente todos los detalles del relato de Badawi sobre los hechos.
Cuando Reuters realizó la visita en noviembre, los restos de al menos uno de los vehículos estaban esparcidos entre grandes montones de escombros.
“No podíamos creer que fuera nuestro barrio, nuestra calle”, dijo Badawi.
Para elaborar un relato detallado del papel que desempeñaron las bombas VBT del ejército israelí en Tel-al-Hawa y en el vecino distrito de Sabra en las seis semanas anteriores al alto el fuego, Reuters habló con tres fuentes de seguridad israelíes, un brigadier retirado del ejército israelí, un reservista israelí, autoridades gazatíes y tres expertos militares.
Siete residentes de la ciudad de Gaza declararon que sus casas o las de sus vecinos habían quedado destruidas o gravemente dañadas por las explosiones, que varios compararon con un terremoto. El análisis de las imágenes de Reuters realizado por dos de los expertos militares confirmó la presencia de restos de al menos dos vehículos blindados de transporte de tropas que habían explotado entre los escombros de varios puntos de la ciudad de Gaza.
Tres expertos militares calcularon que Israel había metido entre 1 y 3 toneladas de munición en los vehículos blindados de transporte de tropas, basándose en el espacio de la cabina y en los restos del blindaje del vehículo. Es probable que parte de la munición fuera nitrato o emulsión de amonio no militar, aunque sin pruebas químicas no se puede llegar a esa conclusión con certeza, dijeron.
Una explosión de varias toneladas de este tipo podría aproximarse a una potencia equivalente a la de las bombas aéreas más grandes de Israel, las Mark 84 de 2 mil libras (907 kilogramos) de fabricación estadounidense, dijeron dos expertos, que examinaron las imágenes de Reuters de la zona de la explosión y de los restos del vehículo.
Podría dispersar fragmentos de vehículos a cientos de metros y romper muros exteriores y columnas de edificios cercanos. La onda expansiva sería lo suficientemente fuerte como para derrumbar un edificio de varias plantas, según los expertos.
Muy inusual
Los VBT suelen transportar tropas y equipos en el campo de batalla. Los tres expertos militares consultados por Reuters dijeron que el uso de los vehículos como bombas era muy inusual y entrañaba el riesgo de causar daños excesivos a las viviendas civiles.
En respuesta a preguntas detalladas de Reuters para este reportaje, los militares israelíes dijeron que estaban comprometidos con las reglas de la guerra. En cuanto a las acusaciones de destrucción de infraestructuras civiles, dijeron que utilizaron lo que denominaron equipos de ingeniería solo para “fines operativos esenciales”, sin revelar más detalles.
Las decisiones se guían por la necesidad militar, la distinción y la proporcionalidad, agregaron.
En una entrevista con Reuters en Gaza para este reportaje, el portavoz de Hamas, Hazem Qassem, dijo que las demoliciones israelíes con vehículos blindados tenían como objetivo el desplazamiento a gran escala de los residentes de la ciudad, algo que Israel ha negado.
El reportaje aporta nuevas pruebas del poder de estas armas de baja tecnología y de cómo llegaron a usarse de forma extensa.
El general de brigada retirado Amir Avivi, fundador del Foro de Defensa y Seguridad de Israel (IDSF), un grupo de reflexión, calificó el arma de “innovación de la guerra de Gaza”. Una de las fuentes de seguridad dijo que su creciente uso respondía en parte a las restricciones impuestas por Estados Unidos a las transferencias de bombas aéreas pesadas Mark-84 y bulldozers Caterpillar.
El ejército israelí y la Oficina del primer ministro tampoco respondieron a las preguntas sobre las razones del cambio de táctica. El Departamento de Estado, la Casa Blanca y el Departamento de Guerra de Estados Unidos no respondieron a las preguntas de Reuters para este reportaje.
Antes de la guerra, Tel-al-Hawa y Sabra, una zona histórica de casas modestas en el centro-sur de la ciudad de Gaza, bullía de panaderías, centros comerciales, mezquitas, bancos y universidades.
Ahora, gran parte de esta zona está en ruinas.
El análisis de imágenes por satélite realizado por Reuters mostró que unos 650 edificios de Sabra, Tel-al-Hawa y sus alrededores fueron destruidos en las seis semanas transcurridas entre el 1 de septiembre y el 11 de octubre.
Dos estudiosos del derecho internacional, la oficina de derechos humanos de la ONU y dos de los expertos militares que revisaron las conclusiones de Reuters afirmaron que el uso de explosivos de tal magnitud en densas zonas urbanas residenciales puede haber incumplido uno o más principios del derecho humanitario que prohíben atacar infraestructuras civiles y utilizar una fuerza desproporcionada.
“La base de que algunas puedan ser trampas explosivas” o haber sido utilizadas alguna vez por francotiradores de Hamas no es suficiente para justificar la destrucción masiva, dijo a Reuters Ajith Sunghay, jefe de la Oficina de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas en los Territorios Palestinos Ocupados, refiriéndose a la acusación de Israel de que Hamas colocó artefactos explosivos improvisados en las casas, algo que Hamas niega.





