Susana González G.

Ciudad de México. La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) autorizó, de manera parcial y condicionada, la concentración entre los operadores de 54 gasolinerías del país asociadas al grupo G500 para que, a manera de un Club de Compras puedan adquirir, en conjunto, gasolinas Magna y Premium así como diésel, pero que deberán vender de manera independiente a los consumidores finales.

El organismo antimonopolios destacó que es la primera vez que revisa una operación de este tipo tras la inminente liberalización de precios en los combustibles automotrices, ya que hasta antes de la reforma energética toda producción, importación, transporte y almacenamiento de combustibles estaban establecidas por ley como actividades exclusivas de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la única modalidad que se permitía a particulares era la venta al menudeo de gasolinas mediante franquicias, con un margen de ganancia en su comercialización respecto al precio adquirido con la entonces paraestatal.

Ahora los operadores tendrán que generar mecanismos de eficiencia y conseguir nuevas fuentes de suministro de gasolinas y diésel, oportunas, de calidad y a menores costos que les permitan competir y mantenerse en el mercado, indicó la Cofece.

Con tal criterio evaluó y autorizó la intención del grupo G500 de que sus socios realicen compras en conjunto. Aprobó dicha concentración tras concluir que las gasolinerías participantes en el mencionado Club de Compras obtendrían una baja participación al respecto, además de que quedó expresamente señalado que los socios operarán de manera independiente en la comercialización al menudeo de los productos adquiridos.

La autorización fue parcial toda vez que la Cofece objetó que G500 planteó “la incorporación de socios potenciales”, pero la comisión consideró que éstos no son definitivos o son inciertos y no se cuenta con información suficiente para que realice un análisis sobre los efectos que su participación podría tener en la competencia del mercado de combustibles.

Para solucionar lo anterior y considerando que se trata de un Club de Compras, la Cofece aprobó un mecanismo para que G500 pueda agregar nuevos socios en el futuro, siempre y cuando se lo informe previamente. “De esta manera se crea un mecanismo rápido, oportuno y económico para que esta autoridad de competencia verifique el impacto que la nueva afiliación generaría en las condiciones de competencia en el mercado”, explicó.

Recientemente se han celebrado, refirió la Cofece, “otros procesos de consolidación de expendedores a través de adquisiciones, fusiones, consorcios o “alianzas comerciales”, que tendrían por objeto preparar a las empresas, principalmente medianas y pequeñas, a enfrentar los retos de un mercado abierto a la competencia, a partir de la incursión de nuevas cadenas o modelos comerciales nacionales o extranjeros”.

Los acuerdos entre competidores son lícitos y pueden perseguir objetivos deseables en un mercado en competencia, tales como reducir costos, lo que podría trasladarse en favor de los consumidores; mejorar la proveeduría de insumos, las condiciones de logística y la tecnología empleada en la industria y ampliar la oferta de estos combustibles.

Pero advirtió que también pueden darse acuerdos ilícitos en tanto que favorezcan condiciones de simetría en precios, conductas coordinadas entre competidores, generar la manipulación de precios y/o provocar niveles de concentración indebidos.

Para evitar esto último, la Cofece señaló que las figuras de asociación que emprendan estos grupos deben ser analizados como una concentración conforme a lo previsto en la Ley Federal de Competencia Económica (LFCE) y ponderar su posible impacto en la competencia en el mercado de las gasolinas.

Así que recomendó a las empresas del sector le notifiquen voluntariamente cualquier modelo de comercialización que decidan llevar a cabo y evitar así ser objeto del inicio de investigaciones en su contra por concentraciones ilícitas o prácticas monopólicas.

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