Familiares de desaparecidos marcharon en SLP
A Marcelo y Toranzo, los principales reclamos
Panistas aceptan el reto de Gallardo, y van más allá
Ayer, desde la Caja del Agua hasta la plaza de Armas marcharon decenas de personas que se convirtieron en activistas a la fuerza, porque el crimen organizado les arrebató a sus familiares y porque las autoridades omisas, cómplices e indolentes prefirieron ignorar el dolor de los que parecían unos pocos, hasta que, de tanto andar por los mismos caminos, se multiplicaron.
La protesta comenzó con una puntualidad inusitada. Lentamente fueron avanzando sobre la calzada de Guadalupe las familias de Zoé Zuleica, Mariela Karina Villegas Torres, Alan Tadeo Morales González, Rafael, Luis Francisco Medina Rodríguez, Julio César Coronado Noriega, Marco Antonio Coronado Castillo, Moisés Gámez Almanza, María Guadalupe González Velázquez y demás personas desaparecidas desde 2009 a la fecha.
Los padres y madres que buscan a sus hijos y nietos repartieron las culpas entre los gobiernos de Marcelo de los Santos y Fernando Toranzo Fernández. A la administración de este último la acusaron de congelar las carpetas de investigación a costa del sufrimiento de sus familias. Si en algo coincidieron fue en hacer notar que en Juan Manuel Carreras López han sentido un cambio en la atención que reciben, insuficiente al ser únicamente de forma sin resultados reales que les devuelvan, si es que eso es posible, algo de paz.
Entre los escombros de la ausencia, las familias han encontrado el coraje y la determinación para gastarse hasta el último aliento en la búsqueda de sus seres queridos. El padre y a la vez abuelo de dos de los cuatro jóvenes que desaparecieron durante el periodo electoral de 2009, lo resumió en una frase frente al Palacio de Gobierno: “Si ya destrozaron nuestra vida, si ya destrozaron nuestras familias, ¿ya qué más pueden hacer con nosotros?”.
En la plaza, se improvisó un tendedero que sirvió para colgar algunas prendas de vestir que quizá seguirían usando a diario muchos de ellos si alguien no hubiera decidido alejarlos de sus casas. Por eso, cansadas de que desde la comodidad de una oficina o detrás de un dispositivo electrónico, funcionarios y personas aseguren que se fueron por gusto o que “andaban en malos pasos”, las familias repitieron que sus hijos, primos, hermanos o nietos no se fueron, se los llevaron.
La imposibilidad de los gobiernos para ofrecer justicia ha orillado a padres y madres a renunciar a ese derecho y poner sus esperanzas en el crimen organizado, no para que se entreguen, no para que se sometan a un procedimiento penal; sino, simplemente, para que respondan las preguntas que les carcomen a diario, para conocer qué pasó con sus familiares y dónde están.
“No queremos ya ni justicia, queremos a nuestros hijos en nuestra casa, en nuestra silla, en nuestro día de fiesta queremos ser felices. Queremos tener el alma en paz porque no podemos morir, aunque estamos muertos en vida, no podemos morir porque nos falta un pedazo de alma dentro de nuestro ser, fuimos madres amorosas, fuimos madres valientes que decidimos tener y traer un hijo a este mundo para que el crimen organizado, para que los gobiernos corruptos e incompetentes nos los quitaran”, expuso una víctima más del desbordamiento de la violencia en San Luis.
Salir a la calle con la certeza de que se volverá ya sólo es el recuerdo de una época en la que otros crecieron, junto a los suyos, en medio de una sociedad que se escandalizaba ante cualquier actividad criminal en lugar de aceptar la irremediable pérdida de la capacidad de asombro. De evocación de un estado con menor inseguridad, se valió el hermano pequeño de Zoé Zuleica para pedirle a Juan Manuel Carreras que ayude a encontrar a los desaparecidos y a su hermana para crecer junto a ella: “usted también tuvo hermanos y hermanas, ayúdenos a encontrarla “.
**********
No se piense que el despertar de los panistas está fuera del calendario electoral; sin embargo, ayer decidieron tomarle la palabra al presidente municipal, Ricardo Gallardo Juárez, y hasta le lanzaron otro reto. Hace unos días, derivado de todo el escándalo que se ha suscitado a raíz de que se puso al descubierto el funcionamiento de la red de blanqueamiento de cuentas entre la Auditoría Superior del Estado y algunos diputados locales, el alcalde capitalino declaró que aceptaría una revisión externa de las cuentas municipales.
Raudos, los panistas se ofrecieron a pagar lo que cueste contratar un despacho contable para que se audite todo lo ejercido, al menos, durante 2016. Y, como el que paga manda, Maximino Jasso Padrón, presidente del Comité Municipal del blanquiazul, aumentó el nivel del reto al pedirle a Gallardo Juárez que, si siente que ya tiene ganado el discurso, que de una vez presente a Sandra Sánchez Ruiz. ¿Aceptará?
**********
En el asunto del –no– atentado contra el procurador, dice Federico Garza Herrera que hay un “avance importante”, pero nada más. Es toda la información que pudo proporcionar…
(Redacción: Jaime Nava)





