La Jornada en línea
Ciudad de México. El asesinato del periodista Javier Valdez Cárdenas, fundador del semanario Ríodoce y corresponsal del diario La Jornada, nos ha estremecido profundamente, resalta la Universidad Iberoamericana a través una reflexión firmada por Pablo Reyna Esteves es director de Programas de Incidencia de esa casa de estudios.
El de Javier Valdez es el sexto asesinato de periodistas en lo que va del año, el 105 desde el año 2000, abunda la nota la cual menciona que “la avalancha de dolor que abruma lo que aún queda de México parece no tener fin” pues “nuevos gritos por justicia que se acumulan ante la ausencia de Estado de Derecho, la podredumbre de las instituciones y su colusión con el crimen organizado. ¡Carajo! ¡Basta, basta ya!”.
Semana tras semana, después de que han sido asesinados conocemos los nombres, el trabajo y la lucha de periodistas, mujeres, hombres, defensores de los derechos humanos y del medio ambiente, familiares de víctimas de desaparición, luchadores por la vida y la justicia.
El comunicado recuerda tres casos recientes de homicidio de activistas y civiles: el 10 de mayo pasado mataron a Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez, del Colectivo de Desaparecidos de San Fernando. En 2014, Karen Alejandra, hija de Miriam Elizabeth Rodríguez, fue desaparecida. Con sus propios medios, Miriam Elizabeth investigó y dio con el paradero de su hija en una fosa clandestina en San Fernando, Tamaulipas.
Miriam Elizabeth reveló quiénes habían sido los culpables y los denunció antes las autoridades. Tras pasar un tiempo en prisión, los asesinos de Karen Alejandra se fugaron del penal de Ciudad Victoria, en marzo de 2017. “El asesinato de Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez es el fruto podrido de la impunidad, la corrupción, la inoperancia, el desdén de los gobiernos ante las víctimas de esta guerra”.
El pasado 3 de mayo fue asesinada Lesvy Berlín Orozco Martínez, de 22 años, en Ciudad Universitaria en la Ciudad de México. Este crimen “exhibió el recrudecimiento de la violencia contra las mujeres en la sociedad mexicana”.
Estos tres casos, advierte, son ejemplos dolorosamente recientes de “las miles de vidas arrebatadas en esta insensata guerra. Tres nuevos gritos por justicia que se acumulan a ante la ausencia de Estado de Derecho, la podredumbre de las instituciones y su colusión con el crimen organizado. ¡Carajo! ¡Basta, basta ya!





