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“No somos animales”, dicen migrantes abandonados entre Túnez y Libia

Migrantes de África, varados a la orilla del mar en la frontera entre Libia y Túnez en Ras Jedir, permanecen en la playa rocosa el 26 de julio de 2023. Foto Afp

AFP

Ras Jedir. “No somos animales”, rezan algunos carteles del centenar de migrantes abandonados por las autoridades tunecinas en la frontera con Libia, donde se encuentran bloqueados desde hace varias semanas, según testimonios recogidos este miércoles por la AFP.

Cerca de 140 ciudadanos de África subsahariana viven en un campamento improvisado a orillas de un pantano salado, 30 metros al norte del puesto fronterizo libio de Ras Jedir (norte).

“No sabemos donde estamos. Estamos sufriendo, sin comida ni agua”, declara George, un nigeriano de 43 años, a la AFP.

A su alrededor hay mujeres embarazadas, hombres y niños. Para tratar de refrescarse, se bañan de vez en cuando en el agua salobre del estanque, pero no hay ni agua potable ni alimentos, aunque alguna ayuda llega con cuentagotas.

Todos tratan de soportar el calor del día y el frío de la noche en esa zona desértica golpeada por el viento.

“Los libios no nos permiten entrar en su territorio y los tunecinos nos impiden regresar. Estamos bloqueados en medio. Por favor, ¡ayúdenos! O envíen un buque de rescate”, implora.

Cientos de migrantes subsaharianos fueron llevados por la fuerza a zonas desérticas después del estallido de violencia racial que se desató a inicios de julio en Sfax, la segunda ciudad más poblada de Túnez. Según los guardias fronterizos libios y otros testimonios recogidos por la AFP, hay otros dos grupos con cientos de migrantes en la misma zona fronteriza.

Fatima, una nigeriana de 36 años, terminó en Ras Jedir con su marido pero sin su hijo de tres años, que se quedó en Sfax, el principal punto de salida hacia Europa para los inmigrantes irregulares.

“No volví a ver a mi bebé desde hace tres semanas”, deplora. “Los soldados tunecinos nos trajeron aquí. No tenemos ni teléfono ni dinero. Nada. Nos robaron todo”, gime.

Mientras George, el nigeriano de 43 años, grita “Black lives matter!”, otros africanos se unen a él. Uno de ellos alza un pequeño cartel que reza: “El gobierno tunecino nos mata a fuego lento. Necesitamos ayuda. No somos animales”.

La ONG Human Rights Watch afirma que la policía tunecina ha expulsado a 1.200 africanos hacia zonas fronterizas con Libia y Argelia desde inicios de julio.

En los últimos días, algunos guardias fronterizos libios rescataron a cientos de migrantes que estaban errando en el desierto cerca de Al-Assah, al sur de Ras Jedir, donde se encontraron al menos cinco cadáveres.