Ciudad de México. La información publicada por el diario The Guardian, en torno a la ocupación de una casa en Miami, propiedad de una empresa postora de contratos con el gobierno mexicano, fue objeto de rechazo entre diputados federales del PRD, Morena y Movimiento Ciudadano.
“Resulta preocupante y bochornoso que continúen revelándose actos de dispendio, que afectan -aún más- la frágil imagen del gobierno del presidente Enrique Peña Neto. No se ha entendido que la realidad político-social en México ha cambiado, y la administración federal se encuentra más fiscalizada que nunca. Con esto se prefigura, otra vez, un probable conflicto de interés”, refirieron los legisladores.
El coordinador del PRD en San Lázaro, Francisco Martínez Neri criticó con dureza “el lujo con que gusta de vivir a la primera dama, pues ahora hace uso de una propiedad valuada en 2.05 millones de dólares. México vive una situación de pobreza, a pesar de que el gobierno pretende maquillar las cifras. Ya lo vivimos con la llamada Casa Blanca, no pasó nada. La Secretaría de la Función Púbica descartó un conflicto de interés, después vino la disculpa del presidente con la que se autoabsolvió”.
Por su parte, el diputado Emiliano Álvarez, de Morena, exigió a la administración federal una explicación amplia y transparente, para dilucidar si la señora Angélica Rivera “tiene probables nexos con el Grupo Pierdant”.
De este “nuevo escándalo” nos debe preocupar a todos en el país porque revela que el gobierno estaría actuando de manera sistemática así: con actos ominosos que lastiman la credibilidad -escasa- del presidente y sus funcionarios. Pero sobre todo revela que no hay un control, ni vigilancia de los actos de las personas cercanas al mandatario”.
Por su parte, el coordinador de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, la nueva revelación debe conducir a la reflexión en el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto. “No es posible que el escándalo continúe permeando a la familia presidencial. Ésta debería de ser ejemplo de probidad ante los ojos de los ciudadanos. En esos terrenos nadie se imagina que el presidente de la República no esté enterado de lo que sucede en su entorno”.





