MAncera
Mancera insta a ciudadanos a presentar proyectos
18 septiembre, 2015
papa
Migración, tema central en visita del Papa a EU: Vaticano
18 septiembre, 2015

El hallazgo de unos 90 monolitos cerca de Stonehenge permitirá rescribir la historia

Stonehenge

A unos tres kilómetros de Stonehenge se encontraron unas 90 piedras enterradas, algunas de las cuales aún estaban en pie y medían hasta cuatro metros de altura. Foto Instituto Ludwig Boltzmann / Dpa

Stonehenge


A unos tres kilómetros de Stonehenge se encontraron unas 90 piedras enterradas, algunas de las cuales aún estaban en pie y medían hasta cuatro metros de altura. Foto Instituto Ludwig Boltzmann / Dpa

Por Dpa

Londres.

Quien haya visitado el monumento megalítico de Stonehenge, entre las suaves colinas del suroeste de Inglaterra, seguramente apenas habrá podido imaginar los tesoros arqueológicos que se esconden bajo esas verdes praderas donde pastan ovejas y vacas.

Los coches aún pasan a toda velocidad por la carretera A345, muy cerca del lugar donde un equipo de arqueólogos realizó un espectacular hallazgo recientemente dado a conocer: la existencia bajo tierra de otro conjunto de gigantescos monolitos que dataría de hace unos 4 mil 500 años, con lo que sería incluso anterior al mismísimo Stonehenge.

Se encuentra en un área cercana a éste conocida como Durrington Walls, asentamiento de en torno al año 2 mil 600 aC Cristo y cinco veces mayor que su famoso vecino.

Este descubrimiento es algo absolutamente nuevo, de una dimensión totalmente distinta, afirma Wolfgang Neubauer, director del Instituto vienés Ludwig Boltzmann. La institución colabora con varias universidades británicas en el proyecto Hidden Landscapes (Paisajes ocultos), que busca desenterrar los tesoros ocultos debajo el área declarada patrimonio mundial de la humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

A unos tres kilómetros de Stonehenge, los investigadores encontraron unas 90 piedras enterradas, algunas de las cuales aún estaban en pie y medían hasta cuatro metros de altura. Llevaban milenios ocultas, pero los arqueólogos pudieron detectarlas gracias a la más moderna tecnología, sin tener que excavar, señalaron al presentar el hallazgo.

La aplicación de los más modernos sistemas de medición y la última tecnología en radares y teledetección permitió investigar en áreas enteras en lugar de sólo lugares puntuales. Medimos todo, donde hay algo y donde no, explica Neubauer. Y esta técnica revolucionaria nos permite visualizar un subsuelo virtual en el que podemos excavar virtualmente, añade.

De los aproximadamente 90 monolitos dispuestos en fila, unos 30 están totalmente intactos. Muchos parecen intencionadamente remodelados o enterrados.

Según Neubauer, los huecos en la fila de piedras apuntan a que estos colosos hasta de 25 toneladas de peso pudieron ser utilizados, tras su correspondiente remodelación, para la construcción del mismo Stonehenge.

Faltan tantos que se podría haber construido tranquilamente un Stonehenge con ellos, sostiene. Esto tendría mucho más sentido que las teorías existentes hasta la fecha, que señalan que los monolitos fueron trasladados desde distancias de unos 40 kilómetros hasta el famoso imán turístico cercano a Salisbury.

No obstante, pese a que se trata de un descubrimiento histórico, éste sigue sin despejar los interrogantes sobre el origen de las piedras y su uso y significado como monumento ritual.

El paisaje ha sufrido cambios profundos que no comprendemos, afirma el profesor Vince Gaffney, de la Universidad de Bradford. En su opinión, las formaciones de piedra recién descubiertas se asemejan a una catedral.

Neubauer apunta que, al igual que antes, serán necesarias muchas horas de trabajo para averiguar definitivamente con el sentido de estos círculos de piedra neolíticos. Actualmente esta es una cuestión sobre la que sólo podemos especular, añade. Eso sí, sostiene que al término de las investigaciones se arrojará nueva luz. En cualquier caso, vamos a rescribir la historia de Stonehenge.