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‘La huida de Quetzalcóatl’, “tragedia tolteca”: Mónica Raya

Miguel León-Portilla puso especial énfasis en la ruta estética del proyecto, los códices y referentes. Foto cortesía Andrea López

Daniel López Aguilar

Ciudad de México. Como “una auténtica tragedia tolteca” adaptada al teatro, es como la arquitecta y creadora Mónica Raya califica a la puesta en escena La huida de Quetzalcóatl, única obra dramatizada del reconocido historiador Miguel León-Portilla.

La interpretación escénica del tratado de filosofía náhuatl escrita en 1952 se presenta en un formato profesional de jueves a domingo -hasta el 10 de diciembre- en el teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Raya, escenógrafa y vestuarista del montaje, indicó que uno de los retos principales del espectáculo es indagar qué tan espectacular puede ser ésta, “es una especie de ponencia de filosofía náhuatl, frente a un público que está acostumbrado a las narrativas de las series que ve en sus pantallas, donde aparecen monstruos digitalizados que no existen, pero con un gran realismo”.

La huida de Quetzalcóatl fue escrita cuando el maestro emérito de la UNAM tenía 29 años de edad y fue publicada hasta 2001. El texto se refiere al mito que rodea la partida de Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl, sacerdote y gobernante de Tula, a quien se recuerda como el gran protector e impulsor de las artes, la arquitectura, la orfebrería y la cerámica, uno de los personajes históricos más ambiguos y contradictorios de Mesoamérica, especie de héroe espiritual y cultural.

“Con motivo del merecido homenaje que le rinde la UNAM al doctor Miguel de León Portilla; de alguna manera encontré la oportunidad de ponerme en contacto con él para decirle que el rector (Enrique Graue) me encomendó llevar la dirección y conducción del proyecto para ponerlo en escena.

Para mí, hay un tema familiar, dado que como diseñadora y directora ya había tenido la oportunidad de recrear este mito en el desfile bicentenario de 2010. Fue una celebración popular que se politizó -de alguna manera-, pero todos aquellos que pudimos participar en ella realmente la disfrutamos, significó un acontecimiento de gran tamaño”, expresó Mónica Raya.

En la obra participan más de 160 colaboradores, cuya edad promedio es de 39 años; la mayoría son egresados, investigadores, académicos y trabajadores de la UNAM.

Raya acotó que para montar la obra La huida de Quetzalcóatl, León-Portilla hizo tres peticiones: la primera, fue la ruta estética del proyecto, los códices y referentes. “Los recursos con los que cuentas para ilustrar de alguna manera los atavíos de los dioses, que son muy vastos. El historiador me invitó a revisar el código borbónico”.

La segunda, que fuera una obra espectacular. Ni austera, ni con actores que únicamente leyeran el texto. “La pregunta para mí como artista escénica era qué tan espectacular puede ser la filosofía”.

Y la tercera, “me pidió que la puesta en escena tuviera dignidad. Realmente no sé eso cómo se consigue en tiempos modernos, creo que los mexicanos necesitamos revisar ese tema”.

En la narrativa de León-Portilla, Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl, como sacerdote y gobernante, es obligado a ver su propio rostro en un espejo. Al percatarse de su avejentado aspecto, se angustia, desespera y rebela. Ve no a un joven que pensaba que su cultura podía perdurar eternamente, sino a un anciano cacarizo y sin dientes, condenado a envejecer y morir.

“Durante el proceso de la investigación escénica se consultaron a distinguidos investigadores universitarios, como la doctora Juliana González, la doctora Mercedes de la Garza, el doctor Eduardo Matos Moctezuma y el doctor Alfredo López Austin, entre otros.

La obra es una gran tragedia tolteca. El dilema fundamental del personaje es el de no querer morir. Posteriormente, se confronta con tres forasteros (enviados por su hermano) que lo perturban de su mundo perfecto hasta confrontarlo con su propia imagen. Un personaje cuántico, tipo Hamlet.

La pretensión final es que el público que visite La huida de Quetzalcóatl se haga preguntas, todas las que quiera, porque esto es una disertación filosófica en escena, una disertación filosófica en acción”, concluyó.

La Huida de Quetzalcóatl se presentará hasta el 10 de diciembre, los jueves y viernes a las 8 pm; sábados 7 pm y domingos 6 pm, en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario de la (UNAM).