Federico Anaya Gallardo

El ciudadano doctor Imanol Ordorika Santillán al peinar canas nos ha resultado más doctor que ciudadano. El pasado 21 de marzo de 2023, desde la tribuna periodística de Crónica (sí, aquel diario fundado y protegido por el expresidente Salinas) criticó duramente una iniciativa de fecha 9 de marzo de 2023 presentada por el diputado morenista Armando Contreras Castillo (representación popular, Oaxaca). La propuesta buscaba cambiar el modo en que la UNAM elige rector. El doctor Ordorika nos dice que esta idea “parte de una posición descolocada frente a la Universidad”. (Liga 1.)

Ahora resulta que las sucesivas generaciones que luchamos porque el gobierno académico de la universidad fuese más democrático debemos quedarnos calladas porque egresamos, salimos, porque ya no somos parte. ¿Estamos “descolocados”? ¿Los únicos adecuadamente colocados son quienes sobrevivieron al proceso interno y devinieron en parte de la burocracia universitaria? ¡Vaya!

Imanol menciona en la entrevista los movimientos de 1966, los 1970, 1986-1987 y el Congreso Universitario de 1990. Faltaría señalar los movimientos estudiantiles de los 1990 y la gran movilización que paró la universidad en la huelga de fin de siglo (que para muchos, Imanol incluido, debe haberles parecido del fin del mundo). Su omisión no es inocente. No mencionar los movimientos post-congreso es presumir que el debate terminó con aquella gran e infértil asamblea. Sospecho que el movimiento del Consejo General de Huelga (CGH) causa salpullido en la memoria de las hoy venerables señorías académicas porque, precisamente, fue la demostración de que no se habían resuelto los problemas de gobernanza democrática interna de la UNAM. Siguen sin resolverse.

El mismo Imanol reconoce esto al señalarle a Crónica que la ley orgánica vigente no asegura la estabilidad y cuando menciona, entre los rectores defenestrados, a Barnés de Castro, cuya mezquindad causó el desastre de 1999.

Para el doctor Ordorika, la Iniciativa Contreras Castillo fue engendrada por factores externos: “Tal vez es un intento de aprovechar alguna declaración del presidente, y acomodarse en la política interna del partido de gobierno. O quizá un intento de medir las consecuencias, o generar un clima de provocación.” ¿Provocación a quién o quiénes? El nosotros desde el cual habla Imanol es la burocracia dorada de la UNAM –de la cual, a fin de cuentas, él ya es parte. Don Daniel Blancas Madrigal, el periodista de Crónica que le entrevistó, nos explicó esto desde el principio. Imanol ya no es el compañero del CEU que criticaba el Establishment universitario en la segunda mitad de los 1980, sino el Señordirector de Evaluación Institucional en la UNAM.

Más interesante es lo que a continuación nos explica Imanol el ya-viejo: “Se desconocen además leyes aprobadas recientemente como la Ley General de Educación Superior que en su artículo 2 plantea que cualquier cambio en leyes orgánicas de las universidades autónomas debe necesariamente pasar por un proceso de consulta, discusión en organismos colegiados, con un posicionamiento favorable del máximo órgano colegiado de cada institución. Hay limitación por ley.”

Interesante declaración. En la primera parte escuchamos un eco lejano de Imanol el-que-fue-joven, pues ese artículo de la Ley General de Educación Superior nació del respeto que todas y todos debemos tenerle a las comunidades académicas (formadas por estudiantes, profesores y trabajadores) para determinar democráticamente cómo es que deben auto-gobernarse. Pero nota, lectora, que el doctor Ordorika NO habla de “comunidad universitaria” (que SÍ se menciona así en el párrafo tercero de ese artículo 2) sino de “órganos colegiados” y de “un posicionamiento favorable del máximo órgano colegiado de cada institución”. Estos órganos sí los menciona el artículo en comento, pero lo hace a renglón seguido de la comunidad universitaria que –en buena teoría democrática– debería ser el origen tanto de los dichos órganos como de su posicionamiento respecto de la legislación que afecte a las casas de estudio autónomas.

Que el actual doctor no subraye lo anterior es la seña inequívoca de que el antiguo Imanol ya no está con nosotros.

Como sea, el mismo Imanol reconoce que el estudiantado ha reclamado el pésimo arreglo de la Junta de Gobierno ¡desde 1944-1945! En aquel tiempo, a santo de ese punto, los representantes estudiantiles abandonaron el consejo universitario constituyente que redactó la propuesta de ley orgánica.

Pero debo decirte, lectora, que el doctor Ordorika omitió aclarar –al recordar la génesis de la ley orgánica vigente– que la presión para expedirla NO venía de la comunidad académica, sino del ciudadano secretario de Salubridad y Asistencia del presidente Ávila Camacho, don Gustavo Baz Prada: ¡viva la libre expresión de la comunidad universitaria! El viejo Imanol no desconoce esto, pues al hacer la crítica de la actual Junta de Gobierno explicó a Crónica el indebido y tremendo poder fáctico que tiene el sector médico en la UNAM –cuyas fuentes se remontan a Baz.

La historia sirve de ejemplo. Pero no nos quedemos en 1944-1945, lectora. Cuando Imanol y yo éramos delegados en el Congreso Universitario de 1990 tuvimos enfrente este problema. Cuando el Consejo Estudiantil Universitario (CEU) y sus aliados (yo estaba en Regeneración de Derecho) propusimos al pleno del congreso que se elaborase un nuevo sistema de gobierno, incluimos la eliminación de la Junta de Gobierno y establecer mecanismos democráticos para designar a las autoridades. NO en asamblea por mano alzada, como aún recuerda Ordorika; sino dándole a los sectores que formaban la comunidad universitaria (académicos, investigadores, estudiantes, trabajadores) un peso ponderado. Ante estas ideas, los delegados “institucionales” al congreso (coordinados por el priísta José Narro Robles) nos respondieron que cambiar la ley orgánica no está dentro de las facultades de la universidad, sino que corresponde hacerlo al Congreso de la Unión. Y con ese simple y llano argumento, se rehusaron a discutir nada. Cuando en los debates se sugirió que un acuerdo razonable en este tema sería enviar al poder legislativo federal las propuestas de cambio que surgiesen del Congreso Universitario, y que una iniciativa única, consensada dentro de la universidad, tendría mayor posibilidad de éxito parlamentario los “institucionales” se envolvieron en la bandera de la autonomía alegando que una iniciativa tal sólo propiciaría la intervención de “fuerzas externas” en la institución. De facto, los “institucionales” denegaron el derecho del ayuntamiento de profesores y estudiantes para determinar cómo debían auto-gobernarse.

Ahora, esos mismos “institucionales” se rasgan las vestiduras y se alarman porque un diputado del Congreso de la Unión propone una reforma. El cambio de chaqueta lo analicé en varias entregas en este espacio en 2020. (La primera, en la Liga 2.) En 1990 denegaron a la comunidad universitaria debatir y proponer cambios a su forma de gobierno para defender la autonomía. En 2023 alegan la defensa de la autonomía para exigir que primero se consulte a la universidad. Esta aparente incongruencia demuestra que los “institucionales” siguen defendiendo lo mismo: el statu quo, el Establishment. No quieren que cambie nada. No quieren que se cuestione su burocracia dorada.

Si buscas en la Gaceta Parlamentaria o en las bases de datos de iniciativas de los legisladores, lectora, no encontrarás rastro de la Iniciativa Contreras Castillo. Las mil señorías académicas lograron que el diputado oaxaqueño la retirase. Resultado final: nadie, ni dentro ni fuera de la UNAM, tiene derecho a pedir que se democratice la forma de gobierno de esa casa de estudios.

¿No se da cuenta este doctor que una vez fue nuestro camarada Imanol del cambio de chaqueta de los “institucionales”? ¿No le avergüenza sumar su voz a la de ellos? La ambrosía que beben en las burocracias doradas y en las torres de marfil es una droga poderosa.

agallardof@hotmail.com

Ligas usadas:

Liga 1:
https://www.cronica.com.mx/nacional/metan-unam-imanol-ordorika-politicos-partidos.html

Liga 2:
https://julioastillero.com/autonomia-universitaria-momento-1-1986-1990-autor-federico-anaya-gallardo/

Reloj Actual - Hora Centro de México