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Bruselas. Los defensores más acérrimos de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (“Brexit”) aumentaron hoy la presión sobre la primera ministra británica, Theresa May, que el lunes hablará sobre el tema con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
Los miembros de la iniciativa “Leave means Leave” (“Marcharse significa marcharse”) pidieron hoy a May que amenace a la Unión Europea (UE) con romper las negociaciones si esta no acepta las exigencias máximas de Londres. En una carta abierta, el grupo exigió que se acuerde un tratado de libre comercio sin aranceles antes de marzo y el fin de la libre circulación de personas cuando Reino Unido salga de la UE un año después. El documento está firmado por varios diputados del Partido Conservador de May, entre ellos Jacob Rees-Mogg, uno de los abanderados del “Brexit” duro. Otro conocido entusiasta del “Brexit”, el diputado conservador Ian Duncan Smith, advirtió a May en un artículo de prensa en contra de hacer concesiones sobre el futuro papel del Tribunal del Justicia de la UE. Bruselas quiere que los 3,2 millones de europeos que viven en Reino Unido puedan seguir defiendo sus derechos ante el máximo tribunal comunitario. Por el momento Londres se niega, aunque algunos medios creen que se podría estar cerca de un compromiso. Las presiones sobre May llegan pocas horas antes de su reunión con Juncker y dos días antes de que Bruselas evalúe si hay avances suficientes para pasar a una nueva fase de negociaciones sobre el “Brexit”.
La Comisión Europea debe decidir el miércoles si considera suficientes las concesiones de Londres para que los jefes de Estado y Gobierno de la UE amplíen los temas de negociación sobre el proceso de salida de Reino Unido del bloque.
Antes de comer con May, Juncker recibirá por la mañana al responsable del “Brexit” en el Parlamento Europeo, Guy Verhofstadt, y a otros eurodiputados para pactar la línea de negociación, informó hoy una portavoz de la Comisión.
Juncker hablará con los diputados sobre las garantías que Londres debe ofrecer a los 3,2 millones de ciudadanos de la UE en su territorio, así como la factura que debe pagar como consecuencia de sus compromisos adquiridos con el bloque. Las dos cuestiones están entre las más espinosas a la hora de avanzar, pero la UE apuntó que habría habido progresos con Reino Unido.
Menos clara seguiría la cuestión de cómo evitar una frontera dura entre Irlanda e Irlanda del Norte (en Reino Unido) tras el “Brexit”, el tercer tema espinoso de las negociaciones.
Bruselas quiere ver “avances suficientes” en esas tres cuestiones antes de pasar a hablar de las futuras relaciones entre la UE y Reino Unido y una fase de transición que regule la relación mutua tras el “Brexit” a partir de marzo de 2019.





