Congreso: prioridades trastocadas

Primero, las vacaciones
Se perfila despojo en Salinas

Primero descanso, luego la eliminación del fuero. A los trabajadores del Congreso del Estado, concretamente al coordinador de Servicios Parlamentarios, Juan Pablo Colunga López, parece importarle muy poco que grupos de ciudadanos lleven semanas exigiendo que los diputados borren del texto constitucional la protección de la que todavía gozan.

Según el legislador Óscar Vera Fábregat, el coordinador de Servicios Parlamentarios se negó a recibir el dictamen que aprobaron la semana pasada las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y Gobernación porque su recepción obligaría a que el asunto se turnara al Pleno del Congreso y se convocara a una sesión extraordinaria, lo cual interferiría con los planes vacacionales de Colunga López.

“Son huevones y por eso se quieren ir de vacaciones, hacer una sesión extraordinaria implicaría que no se vayan o las interrumpan”, explicó Vera Fábregat. ¿Puede un empleado del Poder Legislativo obstruir las labores de los diputados en función de su agenda personal? De ser así, el problema de gobernabilidad al interior de esas oficinas es más grave de lo que se percibe desde afuera.

Si a Juan Pablo Colunga López le urge salir a tomar el sol bien harían en dejarlo ir de manera definitiva para que alguien con una agenda menos complicada tome su lugar y no entorpezca los trabajos en el Congreso. De esa forma los diputados tendrían que discutir el tema o encontrar otro chivo expiatorio al cual echarle la culpa de que todavía no haya nada claro acerca de la eliminación del fuero.

O no aprendieron nada en las últimas semanas o ya les gustó que en cada sesión se les aparezcan grupos de ciudadanos. No atender las demandas de la población es un mal cálculo político, la paciencia tiene fecha de caducidad que está próxima a vencerse.

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En el ejido de La Paz, perteneciente al municipio de Salinas de Hidalgo, continúan denunciando que el diputado José Luis Romero Calzada acude hasta ese lugar para tratar de convencer a los habitantes de que vendan sus tierras al Grupo Valoran; aunque no queda claro con qué fin, toda vez que primero se habló de la creación de una nueva zona industrial en esa parte del estado, pero ahora se comenta que, en realidad, los empresarios desean esos terrenos por su riqueza mineral.

Por 500 hectáreas, en las que podría haber uranio y plata, quieren pagar a los ejidatarios siete mil pesos de contado y poco más de 400 mil en abonos dentro de los próximos diez años. La estrategia implementada por la empresa es exactamente la misma que desde hace décadas han utilizado para dividir a las comunidades, confrontarlas, despojarlas de su patrimonio a cambio de una migaja comparado con el beneficio que finalmente obtienen.

Romero Calzada negó que hubiera asistido al ejido e incluso ofreció solicitar licencia si alguien era capaz de probar que estuvo ahí o que su participación “no corresponda” a su labor como diputado. No será fácil y el legislador lo sabe, puesto que los pobladores aseguraron que hubo un fuerte despliegue policial durante la reunión. Es probable que la sola presencia de elementos de las corporaciones de seguridad inhibiese a cualquiera que, en otras circunstancias, hubiera grabado el encuentro con su teléfono móvil.

Hace un mes aproximadamente se hizo público un video donde se veía a Romero Calzada persuadiendo a los ejidatarios para que aprovecharan la oferta y vendieran sus terrenos. No queda claro cómo se beneficia el diputado con el proyecto del Grupo Valoran; no obstante, es imposible negar que tiene intereses en la zona, no sólo porque es diputado electo del distrito que abarca ese municipio; sino, también, porque acaba de inaugurar un lujoso hotel de su propiedad en Salinas de Hidalgo de nombre Canto de Sal Luxury Hotel and Spa, en el cual el costo por una sola noche puede superar los diez mil pesos.

(Redacción: Jaime Nava)