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Durante el partido este fue uno de los dos mensajes que se proyectaron en el estadio. Foto: María Luisa Severiano / La Jornada
México, DF. Precedido por un mensaje de la Rectoría y un minuto de silencio, el juego titular de la Liga Mayor de la ONEFA fue para los Pumas de la UNAM que se impusieron, 21-14, a los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León para ceñirse la corona por segundo año consecutivo.
El mensaje del rector José Narro Robles fue leido por el sonido local y se remató en la pantalla luminosa del estadio olímpico de Ciudad Universitaria con la frase “Queremos a nuestro México en paz”, leyenda saludada con aplausos y una estruendosa Goya.
Los Pumas tomaron ventaja desde el primer cuarto ante un graderío superior del pétreo recinto colmado de seguidores de ambos equipos. Una docena de autobuses de la llamada Sultana del Norte acompañó las esperanzas de los felinos neoleoneses en su intento de arrebatarle la corona a los del Pedregal.
Herminio Rojas Arellano capturó un pase de 8 yardas para marcar el primer touchdown de los locales con extra de Alan Paoli García y así, con esa ventaja, ante una férrea defensiva de los Tigres que nulificó avances de los de casa , se llegó hasta el segundo cuarto en donde Alberto Frías Jerónimo llegó a las diagonales en entrada de una yarda para elevar la ventaja a 14-0.
“La comunidad universitaria se solidariza con las familias de los estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal de Ayotzinapa, Guerrero, y repudia profundamente esta barbarie cometida en contra del pueblo mexicano”, se escuchó por los altavoces y se solicitó un minuto de silencio que se guardó con respeto.
Los Tigres parecían engentados, en las comparativamente reducidas gradas de su campo en Monterrey no tienen tanta audiencia y quizá eso les peso. Tan pronto se dieron los saludos de rigor al acabar el partido entre los dos equipo los entrenadores norteños apresuraron el paso para abandonar el estadio.
Los Pumas llevan ahora tres victorias seguidas ante la UANL. En la temporada regular, en el mismo escenario, los dos equipos protagonizaron una dramática batalla que se resolvió en favor de la UNAM 38-31 y el año pasado se impusieron en el partido del campeonato.
En las postrimerías del tercer cuarto, a campo abierto, Oscar Eliud de la Concha, capturó un envío del quarterback José Chávez Mess, parado en la yarda 47 del terreno ajeno, y se escapó unas 30 yardas para la tercera anotación de los Pumas que parecería definitiva.
La tardía reacción de los Tigres se presentó con poco más de nueve minutos de juego en el cuarto final en un drive que los llevó de extremo a extremo de la grama de CU y que rubricó Gustavo Padilla Pontvianne cuando se clavó tres yardas para el touchdown que puso las cifras en 21-7.
El regreso de patada de los Pumas se dio desde dentro de la yarda 11 y en una conducción personal el quarterback perdió el ovoíde que cubrió la UANL para que posteriormente Rubén Martínez Bernal consiguiera anotar y acercarse así 21-14 con 5.40 minutos de juego.
Todavía los Tigres tuvieron la ofensiva final pero en cuarta oportunidad con un minuto de tiempo, el conductor del ataque, Ismael Villareal Maldonado, soltó un envío que Vladislav Saranediakov Avila interceptó en el límite del end zone para afianzarse con el bicampeonato.
Francisco del Real, presidente de la ONEFA entregó el trofeo a Enrique Balp Díaz, secretario de Ervicios a la Comunidad de la UNAM.
