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Trump condicionó apoyo militar a Ucrania a cambio de favores políticos

William Taylor, embajador interino de EU en Ucrania. Foto Ap

David Brooks, corresponsal 

Nueva York. El embajador estadunidense en Ucrania contradijo hoy a su presidente al aseverar que la Casa Blanca buscó condicionar la asistencia y apoyo al nuevo régimen de ese país a cambio de un favor político para la reelección de Donald Trump -la acusación central del actual proceso de impeachment.

El embajador interino en Ucrania, William Taylor, informó a legisladores de la cámara baja que Trump condicionó la asistencia militar estadunidense a Ucrania a cambio de declaraciones oficiales del régimen de Volodymyr Zelensky anunciando una investigación de la familia de Joe Biden -ex vicepresidente y actual candidato presidencial demócrata – y sobre versiones ya descartadas del uso de ese país por demócratas en las elecciones de 2016.

La extensa declaración detallada en las sesiones a puerta cerrada ante los tres comités de la cámara baja encargados de la investigación para formular cargos para un juicio político del presidente, fue calificada como “explosiva” por legisladores y observadores ya que contradice la posición de Trump y otros altos funcionarios de que nunca existió un quid pro quo en la relación con Ucrania.

Taylor relató, según versiones filtradas de sus declaraciones, que en agosto y septiembre de este mismo año “yo me preocupé cada vez más de que nuestra relación con Ucrania se estaba fundamentalmente minando por un canal informal e irregular de toma de decisiones estadunidenses y la retención de asistencia de seguridad vital por razones políticas domésticas” en Estados Unidos.

Más aún, contradijo el testimonio de Gordon Sondland, embajador estadunidense en la Unión Europea (quien no es diplomático de carrera y fue un donante de más de un millón de dólares a la campaña de Trump en la última elección), quien aseguró a estos mismos legisladores la semana pasada que nunca se había abordado el tema de investigar a la familia Biden.

Taylor informó este martes que fue el propio Trump quien le dijo a Sondland, en una conversación telefónica el 7 de septiembre, que Zelensky tenía que anunciar públicamente que estaba lanzando investigaciones de Biden.

El proceso de impeachment se detonó hace casi un mes cuando se reveló una llamada telefónica con su contraparte ucraniana en julio de este año, en la cual se denunció, por un denunciante oficial aún anónimo, que el presidente estaba abusando de su poder e instando a un gobierno extranjero a interferir en las elecciones estadunidenses de 2020 para beneficio de sus fines políticos personales.

El testimonio de Taylor -un funcionario de carrera y veterano militar ampliamente respetado- fue, para varios legisladores y observadores hoy, tal vez el más dañino para Trump hasta la fecha en este proceso.

Pero la Casa Blanca, a través de su vocera Stephanie Grisham, reiteró esta noche que “no hubo un quid pro quo”, y buscó descalificar al mensajero subrayando que él sólo reportó lo que otros supuestamente dijeron, y una vez más declaró: “el presidente Trump no ha hecho nada mal -esta es una campaña coordinada de desprestigio de legisladores de la extrema izquierda y burócratas radicales no electos librando guerra sobre la Constitución”.

Pero el presidente ya había provocado otra controversia más desde esta mañana, por, para variar, un tuit donde Trump -antes de la comparecencia de Taylor- declaro que el proceso de impeachment era “un linchamiento”.

De inmediato, un amplio coro de políticos, líderes de derechos civiles, y otros condenaron el uso del término ya que en Estados Unidos eso se refiere a la práctica de tortura y asesinato de afroestadunidenses. El Centro King, dedicado al legado histórico del reverendo Martin Luther King, envió un mensaje sólo con cifras: “más de 4 mil 400 hombres, mujeres y niños afroestadunidenses fueron colgados, quemados vivos, tiroteados, ahogados y golpeados a muerte por turbas blancas entre 1877 y 1950”.

La diputada Karen Bass, jefa del caucus legislativo negro, respondió con un tuit preguntado “¿está usted comparando un proceso constitucional a la tortura brutal frecuente y sistemática de gente en este país que se parecen a mí?”. Y las críticas continuaron lloviendo a lo largo del día, incluyendo las de algunos políticos republicanos.

Para acabar: la Casa Blanca, después de que Trump dijo una vez más que el Washington Post y el New York Times eran “falsos” y pidió que los dejaran de comprar, hoy anunció que no renovará las suscripciones de ambos rotativos.

JSL
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