Brasilia. El ministro de Turismo de Brasil, Henrique Alves, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), renunció hoy al cargo ante varias denuncias en su contra de estar involucrado en actos de corrupción.
La renuncia de Alves, uno de los líderes más experimentados del PMDB, fue aceptada por el presidente interino Michel Temer, del mismo partido, informó el Palacio de Planalto.
En su delación premiada a la Justicia, el ex presidente de la empresa Transpetro, Sergio Machado, dijo haber pagado sobornos por un total de 1.55 millones de reales (435 mil dólares) a Alves.
Los sobornos eran pagados, según Machado, en forma de donaciones oficiales de campaña, pero en realidad los fondos provenían de contratos sobrefacturados de proveedoras de Transpetro.
Las denuncias de Machado alcanzan a gran parte de la cúpula del PMDB, incluyendo al propio Temer, pero Alves es el primer funcionario que cae después de que la Corte Suprema divulgara el contenido de la delación premiada.
Esta mañana, en una declaración a la prensa, Temer calificó de «liviana, mentirosa y criminal» la acusación de que él solicitó fondos ilícitos para financiar la campaña electoral de un candidato del PMDB en Sao Paulo, en 2012.
Para los analistas, la salida de Alves es una especie de «válvula de escape» ante las presiones por las denuncias, que afectan también al presidente del Senado, Renan Calheiros, y al presidente del PMDB, el senador Romero Jucá.
En poco más de un mes de la gestión de Temer, Alves es el tercer ministro que cae por ser apuntado en el Operación Lava Jato (Lavadero), que investiga un esquema de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.