Andrea Becerril y Víctor Ballinas
Ciudad de México. El presidente de la Asamblea Nacional de Hungría, Lászlo Kóver, fue recibido en sesión solemne en el Senado de la República, donde destacó la relación de más de 40 años de México con su nación, pero antes fue cuestionado por legisladores y tuvo que desmentir que el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, hubiera avalado la postura de Donald Trump de construir un muro en la frontera norte.
“El primer ministro nunca ha abogado por la construcción del muro del señor Trump”, dijo, aunque reconoció que Hungría está más cerca de la postura del nuevo presidente de Estados Unidos que de la seguida por su antecesor, Barack Obama, en el tema migratorio.
Expuso también que para Hungría la llegada de Trump “es una especie de liberación, desafortunadamente para ustedes es otro discurso, muy distinto”, recalcó.
Fue durante una reunión con integrantes de la Comisión de Relaciones Exteriores, luego de intercambiar regalos. La presidenta de ese organismo, la panista Gabriela Cuevas, le expresó que sorprendieron en México las declaraciones del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, coincidente con la política migratoria de Trump.
Cuevas expuso que en México todas las fuerzas políticas han condenado la construcción del muro en la frontera con Estados Unidos, por la que diariamente se dan un millón de cruces legales, ordenados y seguros. Pidió al congresista transmitir al primer ministro Orbán que México no es un país de delincuentes y violadores y la realidad es muy distinta a como la pinta Trump.
El congresista húngaro rechazó que Orbán se hubiera expresado en esos términos, dijo que desde el 2010 se han convertido “en la oveja negra” para la prensa neoliberal europea que distorsiona sus políticas y declaraciones.
Agregó que como primer ministro de un país de 10 millones de habitantes, Orbán se siente ”modesto”, además de que Hungría no interviene en asuntos internos de otros países. El comentario dijo, se hizo cuando Trump era aún candidato a la presidencia de Estados Unidos, de manera informal y fue en el sentido de que “su postura en cuanto a la migración en ciertos puntos de vista coincidía con la nuestra”.
El presidente de la Asamblea Nacional de Hungría explicó que el gobierno de Obama interfirió gravemente con la política interior de su país y con la Unión Europea, al presionar par que recibieran cada año a dos millones de inmigrantes del mundo musulmán. Fue, dijo, uno de los motivos del Brexit.
Sostuvo que Hungría rechaza el flujo inmigratorio incontrolado, lo que motivó críticas de la administración de Obama. En ese sentido, insistió, fue el comentario de Orbán, de coincidir con los planteamientos de Trump. “Quisiera borrar el malentendido”, dijo e insistió en que Hungría no quiere expresarse, “de ninguna forma” en la disputa entre México y Estados Unidos.





