800 migrantes africanos rescatados en las Islas Canarias en dos días

Armando G. Tejeda

La ruta de la emigración africana se ha intensificado en los últimos meses en lo que conoce como la “ruta canaria”, es decir, la travesía que buscar pisar la tierra de las Islas Canarias españolas, situadas entre África y Europa. En lo que va año ya son más de siete mil 270 personas las que han cruzado el mar y han llegado con vida, ya sea porque la embarcación en la que viajaban lo hizo con éxito, o porque fueron rescatados por los buques de vigilancia y auxilio de la Guardia Civil española. Sólo en los últimos dos días fueron rescatadas alrededor de 800 personas en embarcaciones a la deriva, algunas de ellas a punto de naufragar.

El foco de la migración procedente del África subsahariana, una de las regiones del planeta con más pobreza, hambre y violencia, se está concentrando en gran medida en las Islas Canarias, un archipiélago formado de ocho islas y cinco islotes situada en el océano Atlántico. El punto más cercano de África de este conjunto de islas españolas está a sólo 100 kilómetros de distancia, mientras que de la península

ibérica se encuentra a más mil.

Eso explica que muchas de las pequeñas embarcaciones, cayucos, que emprenden la travesía elijan esa ruta para pisar lo antes posible tierra española, es decir europea.

Según el presidente autonómico de las Islas, Fernando Clavijo, la “situación es dramática”, no sólo porque los rescates se han intensificado mucho en las últimas semanas -sólo en los últimos dos días hubo casi 800-, sino también porque muchos de estos migrantes son menores de edad, con lo que se tiene que aplicar un protocolo especial para garantizar los derechos de los infantes y ampararlos con la protección necesaria.

La mayor concentración de migrantes africanos en las Islas se da en Tenerife, Gran Canaria y El Hierro, si bien una vez que son rescatados o llegan a tierra firme son distribuidos no sólo en las islas próximas sino también en las principales ciudades españoles, donde son encerrados en centros de internamiento provisional de migrantes hasta que se resuelvan sus expedientes de asilo y de migración.

En lo que va de año, sólo a las Islas Canarias han llegado siete mil 270 migrantes a través del mar. Pero el presidente Clavijo denunció que “hasta ahora sólo hay tres comunidades autónomas españolas que se han mostrado dispuestas a colaborar con nosotros para atender a los migrantes, sobre todo a los menores de edad, que son Madrid, Aragón y Valencia”, mientras que el gobierno central, presidido por el socialista Pedro Sánchez, “está actuando pero con lentitud y sin presentar un plan concreto de
emergencia, que es lo que estamos pidiendo”, explico Clavijo.

La situación en las Islas Canarias es similar a la que se está registrado en el Canal de la Mancha, donde, según informes del gobierno del Reino Unido, en lo que va de año se calcula que más de un millar de migrantes han llegado a tierra firme, en una ruta especialmente peligrosa. De hecho, desde el año 2014, hay registradas hasta 230 personas que han muerto intentando llegar de Francia a Reino Unido, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que además tiene registradas en sus estadísticas cinco víctimas mortales en lo que va del 2024.

La crisis en el aeropuerto de Madrid 

Otro foco de atención del fenómeno migratoria en España es el aeropuerto de Madrid-Barajas, donde persiste el hacinamiento de más de 700 solicitantes de asilo de origen africano -la mayoría procedentes de Marruecos, Senegal y Mauritania-, que llegan a la capital española a través de vuelos regulares procedentes de Casablanca, que se ha convertido en una de las rutas más socorridas por estas personas.

El problema de hacinamiento y de conflictos entre los propios migrantes llevó al gobierno español a desplegar un dispositivo de seguridad de agentes antidisturbios, que se encuentran de forma permanente desde la semana pasada.

Una inspección del ministerio del Trabajo en las zonas destinadas a los solicitantes de asilo constató la situación crítica en la que se encuentran: por las carencias que tienen estas instalaciones, pero también por la sobreocupación y la falta de condiciones seguridad y de servicios para albergar a tantas personas.