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Activista egipcio preso, cumple cien días en huelga de hambre

Autoridades de seguridad de Egipto en imagen de archivo. Foto Comité para la Protección de los Periodistas

Afp

Figura central de la revuelta popular que terminó con el presidente Hosni Mubarak en 2011, y bestia negra del actual mandatario Abdel Fatah al Sisi, el activista egipcio encarcelado Alaa Abdel Fattah cumplirá este domingo 100 días de huelga de hambre.

En protesta desde el 2 de abril para denunciar las condiciones de su detención, Alaa Abdel Fattah, de 40 años, obtuvo la nacionalidad británica ese mismo mes, ya que su madre nació en Londres.

Según publicó entonces su hermana Mona Seif en Facebook, Abdel Fattah “pidió que se tomen con urgencia medidas por parte de las instituciones judiciales egipcias y británicas”, agregó entonces su hermana Mona Seif en Facebook.

“No comerá hasta que no reciba la visita consular de las autoridades británicas”, afirmó el comunicado publicado el sábado por su grupo de apoyo.

Detenido en 2019 y condenado a finales de 2021 a cinco años de cárcel por difusión de “información falsa”, Abdel Fattah no comió en los últimos 100 días más que “100 calorías al día, una cuchara de miel y un poco de té con leche”, según su familia, que pide la intervención de Estados Unidos.

Su hermana Sanaa anunció que presentará su caso a Washington el lunes, coincidiendo con la visita la semana que viene del presidente Joe Biden a Oriente Medio.

“Las autoridades egipcias saben que Alaa es un símbolo de la resistencia y de libertad (…) Su injusta detención envía un claro mensaje al resto de militantes, y ensombrece las preparaciones” de la conferencia de la ONU sobre el clima COP27, prevista en noviembre en Egipto, explicó Amnistía Internacional a finales de junio.

Ingeniero de formación, este bloguero prodemocracia se convirtió en una figura de la “revolución” que derribó en 2011 a Hosni Mubarak, así como de las impresionantes manifestaciones contra el presidente islamista Mohamed Morsi dos años después, y contra su sucesor, Abdel Fatah al Sisi.

Con la llegada al poder de este último en 2013, “Alaa, conocido por su compromiso, se convirtió en una oposición intolerable para el régimen”, explicó a la Afp el militante egipcio palestino Ramy Saath.