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Con Trump, más cerca el apocalipsis nuclear: científicos

Integrantes del Boletín de Científicos Atómicos –entre ellos 15 premios Nobel– avanzaron ayer 30 segundos más al simbólico reloj apocalíptico para dejarlo a sólo dos minutos de la medianoche, la hora del fin de la humanidad. ‘‘El mundo no sólo es más peligroso ahora que hace un año. Es la etapa más amenazante desde la Segunda Guerra Mundial’’, expusieron en un acto en Washington. Foto Afp

David Brooks

Nueva York.

Mientras Donald Trump festejaba con los ricos y poderosos del mundo reunidos en los Alpes, y la Casa Blanca buscaba un acuerdo migratorio que ofrece refugio para los hijos de inmigrantes a cambio de expulsar a sus comunidades, científicos y expertos advertían que el mundo está más cerca que nunca de un desastre nuclear y ecológico, poniendo al famoso reloj del día del juicio final a sólo dos minutos antes de la medianoche (hora simbólica del apocalipsis).

Trump y los titanes de la economía y política mundiales están congratulándose entre buen vino y excelente cocina suiza, sobre qué tan bien les va. Para los más ricos fue un año sensacional: el 1 por ciento de la población mundial concentró 82 por ciento de toda la riqueza creada en 2017, según cálculos de Oxfam reportados por La Jornada esta semana. Trump enfatizó su reducción de impuestos sobre empresas y la desregulación del sector privado como el mejor regalo a los asistentes.

Pero en casa, el Boletín de Científicos Atómicos adelantó este jueves 30 segundos el simbólico reloj apocalíptico, para quedar a sólo dos minutos de la medianoche, la hora del fin de la humanidad, señalando que esto se debe al fracaso del presidente Trump y otros líderes mundiales de abordar las amenazas inminentes de guerra nuclear y cambio climático.

Representantes del Boletín de Científicos Atómicos –entre ellos unos 15 premios Nobel– consideran que el mundo no sólo es más peligroso ahora que hace un año; es lo más amenazante que ha estado desde la Segunda Guerra Mundial. El reloj está tan cerca de la medianoche ahora como estuvo en 1953, en el momento más agudo de la guerra fría.

Sin embargo, los integrantes del consejo de ciencia y seguridad del Boletín –fundado en 1945 por científicos preocupados por la nueva amenaza nuclear– afirmaron que estos son tiempos peligrosos, pero el peligro fue creado por nosotros. La humanidad ha inventado los implementos del apocalipsis; entonces puede inventar los métodos de controlarlos y, eventualmente, eliminarlos. Ofrecen una serie de medidas para revertir el avance de las manecillas del reloj, incluyendo reducir las tensiones entre Estados Unidos y Corea del Norte, así como el conflicto con Irán; nuevas negociaciones con Rusia y otros poderes, mientras la ciudadanía intensifique su presión sobre el gobierno para exigir mayor acción sobre el cambio climático y el abuso de tecnologías, entre otras cosas (para ver la declaración completa: https://thebulletin.org/2018-doomsday-clock-statement).

Otras amenazas

Sin embargo, aparentemente Trump y su gente consideran que los inmigrantes son una amenaza existencial más urgente para este país que las bombas nucleares. Este jueves la Casa Blanca presentó al Congreso su propuesta de reforma migratoria que ofrece legalizar, incluyendo una ruta para obtener la ciudadanía, a 1.8 millones de indocumentados que llegaron siendo menores de edad, conocidos como dreamers –más del doble de los 700 mil que estaban protegidos de la deportación gracias a un decreto de Barack Obama anulado por Trump–, a cambio 25 mil millones de dólares para un muro fronterizo y otros elementos de lo que llaman un sistema de defensa fronteriza, con nuevas y severas restricciones al ingreso de familiares de inmigrantes y la eliminación de la lotería de visas.

Casi de inmediato el proyecto fue rechazado por demócratas y defensores de inmigrantes por considerarla una propuesta para expulsar a las personas y diseñada por nativistas (en referencia al asesor presidencial Stephen Miller).

En tanto, el Senado está ampliando pláticas bipartidistas para elaborar una propuesta que no necesariamente incluya las mismas restricciones que desea el presidente, en una negociación que se vuelve cada vez más urgente, puesto que el 5 de marzo caduca el programa de protección de los dreamers.

Todos fueron sorprendidos –hasta los asesores de la Casa Blanca– el pasado miércoles cuando Trump, casi de la nada, en un breve intercambio con reporteros antes de viajar a Davos, comentó que estaba abierto a considerar un proceso encaminado a la legalización y e incluso la ciudadanía de los dreamers; esto, poco después de haber rechazado una propuesta bipartidista que se basaba en esa misma forma de avanzar. Más tarde insistió en que su mensaje a los jóvenes indocumentados es que no se preocupen.

Desde el miércoles por la noche la Casa Blanca logró condicionar lo dicho por el presidente, de nuevo enfocándose en los puntos de seguridad fronteriza, el muro y mayores restricciones respecto de quiénes les sería permitido ingresar a este país, con la reiteración de que Estados Unidos está amenazado por una ola de inmigrantes.

Mientras tanto, el gobierno continuó con sus políticas de persecución de inmigrantes y sus aliados, y amenazó formalmente a más de 20 ciudades y estados que se declararon santuarios, de que si se rehúsan a colaborar con las autoridades migratorias federales enfrentarán el retiro de fondos federales. Trump calificó ayer a las entidades santuario como “los mejores amigos de pandillas y cárteles”.

Abogados y no pocos asesores de la Casa Blanca también fueron sorprendidos por otros comentarios de su jefe antes de partir rumbo a los Alpes, y se pasaron el día tratando, igual como con el asunto de los dreamers, de modificarlos y condicionarlos. Trump declaró que estaba deseoso de tener un intercambio con el equipo de investigaciones encabezado por el fiscal especial Robert Mueller que está examinando la injerencia rusa en las elecciones, la posible colusión de miembros de la campaña electoral, y ahora posibles intentos del magnate de obstruir esa indagatoria. Me encantaría hacerlo lo más pronto posible, afirmó el presidente en la misma sesión no programada con reporteros donde habló de su amor por los dreamers.

Los abogados de Trump le habían dicho que no hiciera declaraciones sobre el asunto mientras negociaban con Mueller sobre las condiciones del eventual interrogatorio. Este jueves insistieron en que el jefe habló con prisa y sólo estaba reiterando su voluntad de cooperar, pero que todo estará sujeto al consejo de sus abogados. La gran preocupación de su equipo legal y de algunos asesores es que cometa perjurio, o peor, que revele sin querer que sí buscó obstruir el proceso de investigación.

Mientras tanto, defensores del presidente (y él mismo) buscan descalificar la imparcialidad de la investigación por varios lados, desde promover la idea de que hay una conspiración contra Trump dentro de la FBI y otras partes corruptas del Estado profundo.

Y hablando de amenazas: a pesar de otro tiroteo letal en una escuela esta semana, nada cambia. Ocurrió el martes en una preparatoria en un pueblo de Kentucky; dos estudiantes de 15 años murieron, 18 más resultaron heridos. Fue el tiroteo 11 en una escuela en lo que va del año, y eso que apenas vamos en el día 23. Investigadores afirman que desde 2013 se ha reportado, en promedio, un tiroteo en alguna escuela cada semana. Consultar en: (https://everytown.org/)