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Washington. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no enviará una delegación de alto nivel al funeral de Fidel Castro en Cuba, sino que dejará la representación del país en manos de un asesor de seguridad y del embajador no oficial en la isla. Es una forma de mostrar respeto pero también de reconocer las diferencias que siguen existiendo entre los dos países, manifestó hoy en rueda de prensa el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest. “El presidente ha decidido no enviar una delegación presidencial para participar en el servicio funerario”, dijo.
El diplomático Jeffrey DeLaurentis, nombrado por Obama embajador en La Habana pero no confirmado por el Congreso, y Ben Rhodes, uno de los asesores de seguridad nacional, representarán a su país en la despedida oficial del ex presidente cubano.
La Casa Blanca descartó ya el lunes la presencia de Obama y la de su vicepresidente, Joe Biden, en las exequias por Castro. Quedaba la posibilidad de que el secretario de Estado, John Kerry, encabezara una delegación estadunidense, teniendo en cuenta que Washington y La Habana se encuentran en un momento histórico de sus relaciones, después de haberlas retomado en 2015 tras más de 50 años rotas. Hoy quedó descartada esa opción. “Esta era una forma apropiada de mostrar nuestro compromiso con la relación que hay en marcha de cara al futuro con el pueblo cubano”, aseguró Earnest.
