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Inician en Argentina alegatos contra Cristina Fernández

Cristina Fernández de Kirchner, vicepresidenta de Argentina. Foto Afp /Archivo

Stella Calloni, corresponsal

Buenos Aires. En un día en el que comenzaron a verse los primeros efectos del cambio de gabinete, agitado por los medios de comunicación masiva y manejados por la oposición del derechista Juntos por el Cambio, el fiscal Diego Luciani, comenzó este lunes una primera audiencia para presentar los alegatos contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner por supuesta corrupción cuando fue mandataria (2007-2015).

Se interpreta aquí que se reabrió la causa para condenarla, proscribirla e inhabilitarla para seguir actuando políticamente. El accionar de la oposición y de los jueces agrupados en el “partido judicial” y de los periodistas de los grandes medios como Clarín, La Nación, Infobae y otros, vienen armando el escenario desde hace tiempo, con una forma de persecución abierta y denigrante contra Fernández de Kirchner, su familia y sus ex funcionarios.

La fiscalía acusa a la ex presidenta de formar “una asociación ilícita” para defraudar al Estado durante su gobierno y señala que los presuntos delitos comenzaron en la presidencia anterior de su fallecido esposo Néstor Kirchner (2003-2007), en un caso en el que hay otros doce acusados.

El fiscal Diego Luciani presentó un alegato basado en “el sentido común”. No logró reunir testigos acusatorios válidos y hasta el primo del ex presidente Mauricio Macri, Angelo Calcaterra dueño o testaferro de una empresa constructora, testificó que los trabajos encargados, como en todos los casos prefiriendo a la empresa local de construcción, se cumplieron.

Lo más sorprendente en esta audiencia fue que lo descrito por Luciani como pruebas eran informes de la revista El Constructor, mientras los acusados demandaron pericias, ya que las presentadas eran falsificadas.

Luciani acusa a Néstor Kirchner, fallecido en octubre de 2010, de ser el creador junto a su esposa (no dijo la ex presidenta) entre los años 2003 y 2015, en el seno del Estado “una asociación ilícita de características singulares”, que tuvo “en la cúspide a quienes se desempeñaron como jefes de Estado e integrada por distintos funcionarios públicos”.

Agregó que “al asumir Néstor Kirchner y luego su esposa instalaron una de las matrices de corrupción más extraordinarias que lamentablemente y tristemente se han instalado en el país”, con “ausencia absoluta” de controles.

En una actitud teatral, Luciani dijo que la querella de la Unidad de Información Financiera, que alegó a fines del mes pasado la falta de pruebas en esta causa, “no podemos menos que catalogar su trabajo como temerario, poco serio y hasta irresponsable”.

“El periodismo de anticipación encabezado por Joaquín Morales Solá ya había publicado que el alegato del fiscal Diego Luciani, que comenzó hoy, pedirá esa condena para la vicepresidenta”, señala en una columna el respetado periodista Víctor Hugo Morales en C5N.

Advirtió sobre lo que llama “las mafias” de los medios como Clarín y La Nación+ Macri (porque éste ha invertido una cantidad de dólares en este grupo mediático) donde concentró la flor y nata del periodismo “de guerra”, creadores de información falsa, que se redacta en complicidad con jueces, opositores y figuras de inteligencia.

“Es en Argentina esta causa lo que fue lo actuado por Sergio Moro en Brasil en el caso del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, quien fue preso para impedir que ganara las elecciones cuando era sin duda el candidato preferido en todas las encuestas enfrentando al actual presidente Jair Bolsonaro”.

Tienen urgencia por proscribir a Fernández de Kirchner la figura más importante del peronismo aquí, es lo que se denuncia por estas horas. Si algo faltaba para demostrar de donde viene la “cabeza” del plan, basta con advertir cómo el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) impuesto por Donald Trump y no por América Latina como corresponde, se negó recientemente a entregar 500 mil dólares comprometidos con el gobierno argentino al que trató de “insolvente” cuando él mismo confesó que fue quien impuso la idea del préstamo de 45 mil millones de dólares que eran en realidad 54 mil millones, del Fondo Monetario Internacional a Macri en 2018.

Ayer salió nuevamente al ruedo, al declarar en una abierta actitud de injerencia en la política interna argentina, que ahora con lo cambios registrados sí estaría dispuesto a cumplir con lo que de hecho esa institución había prometido.