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David Brooks, corresponsal
Nueva York. Un gran jurado en Nueva York ha sido instalado por fiscales para evaluar pruebas y posiblemente formular cargos criminales contra el ex presidente Donald Trump por sus manejos empresariales.
El fiscal de Manhattan, Cyrus Vance Jr, ha estado investigando a Trump y sus negocios durante más de dos años pero, según reveló primero el Washington Post, la instalación de un gran jurado indica que los investigadores han llegado a una etapa donde han detectado suficientes pruebas para una próxima formulación de cargos criminales.
Una investigación paralela sobre posibles violaciones de leyes civiles por Trump y su entorno encabezada por la procuradora general del estado de Nueva York, Letitia James, ahora también es criminal, y más aún, parece que con ello se han fusionado y/o hay cooperación entre ambas investigaciones criminales. James asigna a dos abogados de su oficina a trabajar con la de Vance.
Con ello, expertos han comentando que Trump ahora está en mayor jaque legal que nunca antes, y que no se puede descartar en un futuro próximo que el ex presidente se encuentre ante un tribunal en el banquillo de los acusados. Ningún ex presidente ha sido acusado formalmente de un crimen en la historia del país.
Trump, por su parte, al enterarse sobre la evolución del caso en su contra, emitió una declaración calificando la instalación del gran jurado como “una continuación de la cacería de brujas más grande de la historia de Estados Unidos”. Subrayó que la maniobra es “puramente política” e insinuó que es un intento para descarrilar su posible candidatura presidencial en 2024. Insistió en que “nuestro país está descompuesto, nuestras elecciones manipuladas, corruptas y robadas, nuestros fiscales politizados” y que él seguirá luchando como siempre.
El enfoque de las investigaciones, según filtraciones, los testigos que están cooperando y por lo que se sabe de sus inicios, se enfocan en las operaciones de la empresa de Trump, Trump Organization, aún desde antes de ser presidente. En febrero, la investigación por Vance triunfó ante la Suprema Corte en su solicitud para obtener ocho años de documentos financieros de la empresa y del presidente.
La oficina de Vance también cuenta con la cooperación del ex abogado personal de Trump, Michael Cohen, quien fue abandonado por su jefe y, en respuesta, repudiado por Cohen, incluyendo información de pagos para callar a mujeres sobre sus relaciones sexuales con el empresario, entre otras cosas.
Vance también acaba de contratar a Mark Pomerantz, un reconocido ex fiscal anti-mafia.
Un gran jurado es instalado por fiscales para examinar evidencia en casos complejos, conformados como los jurados en los juicios por ciudadanos convocados al azar, pero que sólo determinan si existe suficiente evidencia para formular cargos formales -los jurados en un tribunal tienen esa tarea. deciden si los acusados son culpables o no- los jurados en un juicio ante un tribunal tienen esa tarea. Un gran
jurado funciona en secreto, y sólo es por filtraciones que en este caso se supo de su existencia. En este caso, el gran jurado estará sesionado por hasta seis meses.
Mientras tanto, fiscales en Georgia siguen investigando los intentos de Trump para convencer al secretario de estado de esa entidad a revertir los resultados en su contra en la elección presidencial de noviembre.
