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Afp
El guía supremo iraní Alí Jamenei denunció el viernes en Teherán la “cobardía” de los gobiernos británico, francés y alemán ante Estados Unidos sobre el tema nuclear de Irán.
“Ha quedado demostrado ahora (….) que son los lacayos de Estados Unidos, y estos gobiernos cobardes esperan que Irán se someta” dijo el ayatolá, en un sermón durante la gran oración semanal musulmana, que dirigió este viernes en Teherán.
El acuerdo sobre el programa nuclear iraní, suscrito en Viena en 2015, entre la República Islámica y el grupo 5+1 (China, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y Alemania) está en peligro después de que fuera denunciado unilateralmente por el presidente norteamericano Donald Trump en 2018, antes de imponer Washington duras sanciones económicas a Teherán.
En represalia, Teherán se ha liberado de los compromisos del texto, que limitaban drásticamente sus actividades nucleares.
Los tres estados europeos (Francia, Reino Unido, Alemania) que suscribieron el acuerdo anunciaron el martes que recurrían al mecanismo de resolución de litigios para obligar a Teherán a aplicar totalmente el texto.
Según el líder iraní, esta decisión tiene como objetivo “eclipsar” la muerte del poderoso general iraní Qasem Soleimani, muerto en Bagdad el 3 de enero por disparos de un dron estadounidense, lo que generó represalias de Irán, que lanzó el 8 de enero misiles contra dos bases que albergaban a estadunidenses en Irak, hiriendo a 11 militares.
Jamenei pidió este viernes firmeza y unidad de los ciudadanos frente a sus “enemigos”, después de días de protestas contra el gobierno en las calles de Teherán, tras el derribo accidental de un avión ucranio, unas manifestaciones que según el líder supremo iraní no son representativas.
Fue la primera vez en ocho años que Jamenei realizaba el sermón de la gran oración de los viernes en la mezquita Mosalla de Teherán. Su presencia es señal inequívoca del momento de tensión interna y externa que vive el país.
Su discurso fue a menudo interrumpido por los gritos de la multitud presente, que pedía la “muerte de Estados Unidos” y la “muerte de Israel”. La televisión estatal mostraba la mezquita y la explanada que la rodea inundadas de fieles.
