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Justicia española encarcela a cinco líderes independentistas

Jordi Turull,aspirante a presidir la Generalitat de la Cataluña, uno de los líderes que fue llevado a prisión. Foto Afp.

Armando G. Tejeda, corresponsal 

Madrid, España. El juez del Tribunal Supremo español, Pablo Llanena, adoptó ayer dos medidas contundentes contra el independentismo catalán: ordenó el ingreso en prisión de cinco destacados líderes, entre ellos el aspirante a presidir la Generalitat de la Cataluña, Jordi Turull, y, en segundo lugar, reactivó las órdenes de búsqueda y captura internacional contra los impulsores del proceso secesionista que se refugiaron en otros países ante la “falta de garantías” de un juicio justo.

Entre los fugados se encuentra el propio ex presidente Carles Puigdemont, que se encuentra en Bélgica desde octubre pasado, y desde ayer también la todavía secretaria general de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Marta Rovira, que anunció su partida al “exilio” a través de una carta en la que denuncia la represión desatada por el Estado español.

Un día después de que el bloque independentista fracasó en su intento de investir como presidente de la Generalitat a Turull, que no logró la mayoría suficiente por la abstención de los cuatro diputados de los anticapitalistas de la Candidatura de Unidad Popular (CUP), la ofensiva judicial en Madrid fue contundente contra el movimiento independentista.

El magistrado español, que instruye el conjunto de la causa, confirmó el procesamiento de hasta 25 dirigentes políticos que participaron e impulsaron el proceso de independencia unilateral fallido que culminó el pasado 26 de octubre. Y a los que les atribuye hasta tres delitos: rebelión, malversación de caudales públicos y desobediencia, por los que podrían llegar a tener condenas que van desde los 40 años de cárcel hasta la inhabilitación de cargo público.

Desde su despacho en el TS, el juez Llarena adoptó dos medidas que fueron recibidas con “rabia”, “vergüenza” e “indignación” en los partidos independentistas. Además de ordenar el ingreso en prisión de los ex consejeros Josep Rull, Raül Rovema y Dolors Bassa, de la ex presidenta del Parlamento de Cataluña, Carme Forcadell, y del ex consejero de la Presidencia y el candidato del bloque independentistas que ayer no logró el respaldo de la Cámara para su investidura, Jordi Turull, también confirmó la prisión provisional de los otros cuatro líderes catalanes que se encuentran en prisión: Oriol Junqueras, ex vicepresidente de la Generalitat, Joaquim Forn, ex consejero de Interior, y los presidentes de la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cruixart.

Además reactivó la euroorden de captura contra los fugados y a todos ellos les encomendó a depositar una fianza de responsabilidad civil de más de dos millones 100 mil euros (47 millones de pesos).

El magistrado también había citado a comparecer a la secretaria general de ERC, Marta Rovira, quien no acudió ante el juzgado y anunció en una carta que tomaba el camino del “exilio”.

El juez Llarena finalmente decidió enviar a prisión a los cinco que sí acudieron a su juzgado a declarar bajo el argumento del “riesgo de fuga”, en gran medida agravado tras la huida de su compañera de filas. El magistrado argumentó que “se configura un grave riesgo de fuga en los encausados en la concurrencia con otra pluralidad de factores”. Factores como “el claro desprecio de los procesados al acatamiento de las decisiones de la autoridad judicial, las cuales se han desatendido de manera contumaz y sistemática durante los últimos años”, además de la “pertenencia” de los procesados a “un amplio colectivo que se solidarizaron con la causa”.

En su auto, el juez advierte que “un colectivo que cuenta con estructuras asociativas organizadas, asesoramiento legal especializado, relevantes recursos económicos derivados de las aportaciones de sus asociados, así como armazones internacionales desarrollados en los últimos años para la defensa de sus planteamientos”.

La ley marca tres causas tasadas para acordar el ingreso de los procesados en prisión provisional. Se trata del riego de reiteración del delito, de fuga y de destrucción de pruebas. El magistrado ha apreciado la existencia de las dos primeras en este caso, lo que llevará a los afectados de nuevo a la cárcel, donde ya estuvieron el pasado mes de noviembre y en donde pasaron más de un mes.

Mientras que en la carta que difundió ayer Rovira para anunciar su decisión de fugarse, la política catalana explicó que “hoy emprendo un camino duro, un camino que, desgraciadamente, tantos otros que nos preceden han tenido que coger. El camino del exilio. No puedo ocultar la profunda tristeza que siento de alejarme de tanta gente que quiero -y que quiero mucho. De tantas luchas compartidas durante tantos años con personas a las que mueve un único objetivo: cambiar la sociedad donde viven. Hacerla más justa. Personas dignas. Dejar de ver los paisajes que me rodean desde la infancia, de pasear por las ciudades donde he vivido.” Y añade que “siento tristeza, pero mucho más triste habría sido vivir silenciada interiormente. Sentir mi libertad de expresión censurada por unos tribunales que intimidan y que aplican -descaradamente- criterios políticos. Cada día, cada hora sentía mi libertad limitada por amenazas judiciales arbitrarias. No me sentía libre. No me reconocía. Estas últimas semanas he vivido dentro de una prisión interna”.

Rovira también reconoce que “el exilio será un camino duro, pero es la única forma que tengo de recuperar mi voz política. Es la única forma que tengo de levantarme en contra del Gobierno del PP, que persigue a todo el que está a favor de votar, y que castiga a cualquiera que intenta cambiar lo preestablecido y lo establecido. Un Gobierno que está dispuesto a saltarse el estado de derecho y las libertades civiles para conseguir sus fines políticos”.

La respuesta en las calles a las detenciones de los líderes independentistas se hizo patente ayer mismo, cuando miles de personas se concentraron en las principales ciudades catalanas para denunciar ante las sedes del gobierno español en la región la “vergüenza” de que en pleno siglo XXI haya “rehenes políticos” en el Estado español. En la concentración de Barcelona hubo tensión y se registraron algunos enfrentamientos entre los manifestantes y los agentes antidisturbios.

Antes de su ingreso en prisión, el propio Turull -que aspiraba a protagonizar este sábado el segundo debate de investidura tras su fracaso del pasado jueves y en el que sólo requería de una mayoría simple- lanzó un mensaje a la ciudadanía para “defender pacíficamente la democracia y la dignidad de Catalunya” y les instó a mantener la movilización pacífica.

El coordinador general de la formación vasca EH Bildu, Arnaldo Otegi, advirtió que las medidas judiciales adoptadas en Madrid lanzan “un mensaje a los independentistas de que lograr una república catalana, gallega, canaria o vasca no va a ser posible por las vías pacificas y democráticas. Vías que nosotros vamos a mantener permanentemente porque nos parecen las más eficaces”.

El pleno de investidura, en el aire

La segunda sesión de investidura de Turull está en el aire, una vez que una resolución del propio magistrado y avalada por el Tribunal Constitucional español (TC) advirtió que para llevar a cabo una sesión de este tipo era necesaria la presencia física del candidato. La decisión la tendrá que adoptar el presidente del Parlamento, Roger Torrent, junto con el resto de los grupos parlamentarios.

JSL
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