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Mexicano en Escocia desarrolla fármaco contra parásito

Mosca de la arena hembra o llamada mosquito 'flebótomo'. Foto Agencia ID

Agencia ID

Ciudad de México. El mexicano Edubiel Arturo Alpizar Sosa trabaja en combatir la leishmaniasis, una enfermedad parasitaria por la mosca de la arena hembra; su investigación en Escocia se enfoca en crear un fármaco económico y que no genere daños al organismo.

La primera parte de la investigación del maestro en parasitología consiste en crear nanopartículas hechas de polímero biodegradable que fungen como un transportador del fármaco, el cual permite llegar hasta el rincón de la célula infectada.

La segunda es la evaluación de los efectos del polímero en combinación con el fármaco natamicina a nivel in vitro e in vivo, es decir en tejido vivo de un organismo y su efecto en el tratamiento de leishamaniasis cutánea.

“Estos parásitos llamados Leishmania Mexicana son intracelulares, evaden el sistema inmune y se esconden dentro de las células, en un compartimento conocido como fagolisosoma y los fármacos deben pasar estas barreras antes de entrar en contacto con el parásito, lo cual se logra con las nanoparticulas”, señaló Alpizar Sosa.

La investigación de Alpizar Sosa desarrollada en el Instituto de Parasitología Molecular en la ciudad de Glasgow, Escocia, es financiada por el programa Ciencia sin Fronteras que realiza Brasil a través del consejo nacional de investigación de este país. Su fin es permitir que más personas puedan tener acceso a un tratamiento porque es económico, 10 a 20 veces más barato que el estándar y en este sentido, es preciso mencionar que la enfermedad se presenta principalmente en poblaciones con pobreza extrema y en malas condiciones de vivienda donde hay deficiencia de higiene.

El científico mexicano refirió que la natamicina se encapsula, “es decir las introducimos en nanopartículas que funcionan como si fueran un taxi dentro del organismo que lleva al fármaco por la sangre, después a la célula y finalmente al compartimiento donde se esconde el parásito”.

El investigador egresado de medicina veterinaria de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) explicó que el fármaco se une al lípido de ergosterol que se encuentra en la membrana del parásito, lo que crea un desequilibrio de la misma y la vuelve más frágil, por ello los parásitos comienzan a morir.

Al usar las nanopartículas, el medicamento llega hasta el espacio intracelular donde se encuentran los parásitos, situación que no sucede con el medicamento tradicional porque se degrada antes y es tóxico.

Aunque la potencia del nuevo fármaco es entre 10 y 50 veces menor que el actual, su inocuidad, es decir toxicidad es menor y el transportarlo por medio de nanopartículas garantiza que con menos dosis se inhiban más del 90 por ciento de los parásitos, el otro 10 por ciento puede ser atacado por el sistema inmune.

Una enfermedad con pocos tratamientos
La leishmaniasis es una enfermedad muy compleja, se presenta en varias formas clínicas: visceral, que se caracteriza por episodios irregulares de fiebre, pérdida de peso y anemia y es fatal cuando no es tratada; cutánea, en la cual se presentan úlceras en la piel y dejan cicatriz de por vida; y mucocutánea que es la mezcla de las anteriores y causa la destrucción parcial o completa de las membranas mucosas de la nariz, la boca y la garganta.

“El tipo de enfermedad depende de la especie del parasito y ubicación geográfica de la persona que la padece, el 90 por ciento de los casos se encuentran en seis países, uno de los principales es Brasil, donde existen grupos académicos para tratar este problema, pero aún existen pocos fármacos para combatirla”.