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París. El aspirante derechista a las presidenciales francesas, François Fillon, desafió este domingo a los conmilitantes que le piden renuncie por un escándalo judicial, y aseguró que «nadie puede impedirme ser candidato».
A siete semanas de la primera vuelta electoral y afectado por las denuncias de empleos ficticios de los cuales habría hecho disfrutar a su esposa –escándalo que lo hundió en los sondeos– Fillon convocó este domingo a decenas de miles de sus seguidores en un mitín en Plaza Trocadero, cerca de la Torre Eiffel.
En su discurso Fillon reconoció haber cometido «un error» al contratar a su esposa, Penelope, como asistente parlamentaria.