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Por Dpa
Kabul/Ginebra. Todas las organizaciones humanitarias han abandonado Kunduz tras el ataque estadunidense contra un hospital de la organización Médicos sin Fronteras (MSF) en la ciudad del norte de Afganistán, donde siguen produciéndose ataques esporádicos de los talibanes.
Después de que un avión estadunidense tipo AC-130 dejara 22 muertos en el ataque el pasado fin de semana, no puede garantizarse el acceso seguro de las organizaciones humanitarias a la ciudad, ante la amenaza de nuevos ataques, señaló hoy la oficina de la ONU para la Coordinación de Ayuda Humanitaria (OCHA) en Ginebra.
A ello se unen los combates que continúan entre los talibanes y las fuerzas afganas, que el aeropuerto está cerrado y los peligros de emboscada o explosión de bombas en las carreteras, dijo el portavoz Jens Laerke.
Según la organización, la situación en la ciudad es muy crítica en general, especialmente para la población civil. El suministro de agua y electricidad están interrumpidos en la mayoría de la ciudad de 300 mil habitantes. Además hay muchos civiles muertos o heridos y apenas hay atención médica y alimentos. Miles de familias han huido a otras partes del país y algunas aseguraron a dpa que quieren huir a Europa.
Los talibanes tomaron la ciudad en una ofensiva relámpago el lunes de la semana pasada, pero el gobierno afgano recuperó su control el pasado jueves. Sin embargo, los talibanes siguen perpetrando ataques esporádicos.
“Los talibanes se infiltraron en algunos lugares dentro de la ciudad, desde donde lanzan ataques todos los días”, informó Hamdullah Danishi, gobernador en funciones de la provincia de Kunduz.
Esta mañana los insurgentes atacaron la comisaría central de la policía, aunque las fuerzas afganas lograron repeler el ataque, mientras continúan fuertes combates, informó Abdulá Guard, jefe de las fuerzas especiales de la policía.
En esos ataques no tienen consideración alguna por la población civil, dijo a dpa Ahmed Sayed Saeedi, un habitante de la ciudad.
Mientras tanto en Kabul, cuatro atacantes suicidas atacaron la vivienda de un ex gobernador provincial pero no lograron matar a su objetivo, informó la policía.
Uno de ellos detonó un coche aparcado en la puerta de la casa de Naeem Baluch, ex gobernador de Helmand, mientras los otros tres entraban, informó el portavoz de la policía de la capital, Ebadullah Karimi. Baluch no se encontraba en casa. Los cuatro atacantes murieron y siete guardias resultaron ligeramente heridos, sin que civiles resultaran heridos.
Los talibanes asumieron la autoría del ataque y aseguraron haber matado a un número de espías que trabajaba para la administración en Kabul. Se trata del primer ataque en la capital tras seis semanas de relativa calma.
